lunes, 19 de noviembre de 2012

CUENTOS Y LEYENDAS

Muchos de los que conocen mi historia se sorprenden del alcance del daño. Me preguntan porqué no lo dije entonces o dónde estaba mi madre para no verlo o no denunciarlo. Son cuestiones y comentarios que la mayoría de la gente hace por puro desconocimiento del tema. Alguno se ha espantado al conocer detalles que para mí son nimiedades, supongo que porque no es lo mismo vivirlo que oírlo de labios de un superviviente. Ya he dicho alguna vez que tendemos a minimizar nuestras propias historias como mecanismo de defensa. Ser consciente del horror de lo vivido me hace sentir mucha ansiedad. Es como si me “llenase” de algo que aún no sé como explicar, pero es algo que me sobrepasa y supongo que por eso intento no pensar en ello, vivir disociada de mis abusos.

Pero he querido celebrar el próximo día mundial de prevención del Abuso Sexual Infantil intentando romper mitos que están muy arraigados en la sociedad poniendo mis propias vivencias como uno de los muchos ejemplos que los desmontan. Y son muchos mitos, así que no me voy a andar por las ramas. Vamos al grano.


Para empezar de manera genérica, se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder.


Esto significa que Abuso Sexual Infantil es: Tener relaciones sexuales genitales u orales (cunnilingus, felación) con un niño o niña. Penetrar en el ano, vagina o boca del niño con el dedo, pene u objetos extraños. Tocar o manipular los genitales del niño o niña. Obligar al menor a tocar los genitales del agresor o manipularlos, a menudo bajo la apariencia de “juego”. Frotar el pene contra el cuerpo del niño o niña. Besar al pequeño de forma muy íntima.


Hasta ahí supongo que todos lo tenemos mas o menos claro. Yo al menos lo tengo clarísimo, porque salvo los besos que jamás me dio, ni íntimos ni castos, en algún momento de mi infancia pasé por todas esas situaciones.


Pero los abusos sexuales infantiles no terminan ahí. También lo son otras cosas que hizo mi padre: Mostrarme sus genitales con el pretexto de educarme, o “interesarse” por el desarrollo de mi cuerpo observándome al desvestirme, lavarme, en el aseo… Siempre había una escusa para tener que entrar cuando yo me aseaba. Y siempre quería ayudarme. Se masturbaba sobre y ante mí. Me decía que observase bien cómo lo hacía para aprender porque yo nunca lo realizaba bien. Para él, sobretodo a última hora, todo era “instructivo”.


Hay mas cosas consideradas abusos sexuales, como hacer que el menor vea a otras personas realizar practicas sexuales u obligarle a que las tenga con una tercera persona… Esto aún me cuesta procesarlo, porque aún es reciente la revelación que tuve de mi padre y mi hermano mayor abusando juntos de mí, o por el temor implícito que llevo conmigo porque aún no sé si mi padre llevó a cabo su intención de que mi “mellizo” y yo tuviéramos sexo. Son temores que la parte de mi memoria que permanece en sombras aún no quiere revelarme.


También son abusos mostrar ilustraciones y/o películas pornográficas al niño, o hacer fotografías y/o películas pornográficas del/con el niño. Por la época y los medios económicos de mi padre nunca fui expuesta a esas prácticas, así como tampoco fui prostituida por él (al menos que yo recuerde) pero el acoso por internet, que ahora cobra mayor protagonismo, es también un delito. Obligar a un menor a masturbarse en su presencia física o virtual, que se desnude ante la cámara de su ordenador o mostrar gestos y palabras obscenas es otra forma de abuso sexual.


¿Te ha quedado claro? Pues que tu tío, padre, abuelo, primo, vecino, profe, sacerdote… te preguntara con diez años si querías un helado a cambio de ver el secreto que tiene dentro de los pantalones es abuso sexual infantil, formas parte de la estadística. Y si saliste corriendo y se lo dijiste a tu madre o al menos no volvió a molestarte has tenido mucha, mucha suerte. Ahora piensa en todos los niños que aceptaron el helado de ese cabrón.


Ahora las cifras. Las estadísticas son escandalosas:


1 de cada 4 niñas es abusada sexualmente antes de cumplir 18 años.


1 de cada 6 niños es abusado sexualmente antes de cumplir 18 años.


1 de cada 3 niñ@s ha tenido contacto por internet con un pedófilo sin saberlo.


1 de cada 5 niñ@s es abordado sexualmente a través de internet.


Casi el 70% de todos los asaltos sexuales (incluyendo los asaltos a adultos) ocurren a niños de menos de 17 años.


Entre el 30 y el 40% de las víctimas son abusadas por un miembro de la familia.


Otro 50% son abusadas por alguien fuera de la familia, pero a quien conocen y en quien confían.


Aproximadamente el 40% es abusada por algún niño mayor conocido.


Por lo tanto, sólo el 10% es abusada por un extraño.


El abuso sexual puede ocurrir a cualquier edad, e incluso más tempranamente de lo que piensas:


La edad media de los abusos sexuales denunciados es de 9 años.


Más del 20% de los niños es abusado sexualmente antes de cumplir 8 años.


Cerca del 50% de las víctimas de sodomía, violaciones con un objeto y tocamientos forzados son niños menores de 12 años.


La evidencia de que un niño ha sido abusado sexualmente no es siempre obvia, y muchos niños no cuentan que han sido abusados. La mayoría de los niños no revela haber sido abusado, incluso si se le pregunta:


Más del 30% de las víctimas nunca revela la experiencia a NADIE. Las víctimas pequeñas pueden no reconocer su victimización como un abuso sexual.


Más del 80% de las víctimas niegan o son reacias a revelar el abuso. De las que sí lo revelan, aproximadamente el 75% lo hace accidentalmente. De aquellas que sí lo hace intencionalmente mas del 20% eventualmente se retracta aunque el abuso efectivamente haya ocurrido. El miedo es demasiado grande.


Las falsas acusaciones constituyen sólo entre el 1 y el 4% de las denuncias. De éstas, el 75% son realizadas por adultos y el 25% por niños. Los niños sólo realizan falsas acusaciones el 0,5% de las veces.


Pero vayamos por partes. Las cifras son frías, y el abuso sexual infantil es mucho mas que esas cifras que mucho se niegan a creer. ¿Cuántas veces has pensado esto al ver, leer o escuchar un caso de Abuso Sexual Infantil?:


-Los abusos van acompañados de violencia. -Los abusadores son hombres con problemas psicológicos muy aparentes o enfermos psiquiátricos, las victimas, niñas. -La mayoría son desconocidos. -Un niño es abusado sólo por un adulto. -Los adultos son los únicos que abusan de niños. -Si le ocurriera a un niño de nuestro entorno, nos daríamos cuenta. -Ante la detección, la familia actuará. -No es obligatorio denunciar, es cosa de la madre, ella lo denunciará de inmediato. -Si denunciamos, será peor para el niño porque lo separarán de su familia. -Sólo se da en el tercer mundo, en determinadas clases sociales, familias desestructuradas y nivel sociocultural muy bajo. -Los niños “incitan” sin querer, no dicen la verdad o exageran. -Los niños pueden decir “no”, y cuando les ocurre, lo cuentan de inmediato. -Los niños abusados se convierten en abusadores. -El abuso infantil es poco frecuente - En la actualidad se producen mas que antes. -Los efectos son muy traumáticos - Sus consecuencias no son graves, los niños tienen la capacidad de olvidar los traumas. -No se puede prevenir.

Todo esto son falsos mitos.


Mi padre era violento, pero puedo decir que para mí no existía una conexión directa entre sexo y violencia previa. Alguna vez me ató en mi última etapa de mis abusos, pero mas como parte del “juego” que como imposición o castigo. Y hacía años que abusaba de mí sin violencia física. La mayoría de las víctimas que conozco sufrieron abusos sin ningún tipo de violencia, las estadísticas así lo señalan. Sus tácticas son el engaño y la manipulación. Cuando se trata de abuso intrafamiliar, es decir, que su víctima está muy cerca de él y tiene acceso en cualquier momento, su estrategia está muy bien medida. No tienen prisa, saben que tienen el alimento en casa y se pueden dedicar años a pulir su estrategia. Saben y conocen a toda la familia del menor, conocen perfectamente sus puntos débiles, lo que le gusta al niño o niña y que sus padres le tienen dosificado o prohibido para así ganarse su confianza.


Por ejemplo, si el tío Ramón sabe que a María no le dejan comer chocolate, Ramón le dará chocolate a la niña. María le querrá por eso, porque la trata bien, juega con ella y le da chocolate a escondidas. Y un día, el tío Ramón toca “raro” a María. Y a continuación le pide que no diga nada. A cambio, el tío Ramón no dirá que María come chocolate. Y la trampa se cierra, porque ella no dirá nada si no quiere delatarse a sí misma. Para ella, tocar “raro” y comer chocolate sin permiso de mamá son dos “delitos” iguales y no se deben contar. Uno de esos “delitos” le da miedo y la hace sentir enormemente mal, el otro le gusta porque a los niños les encanta el chocolate, pero en su mente infantil no puede hablar ni del uno ni del otro sin delatarse. Y el abuso irá in crescendo, y la niña se irá sintiendo cada vez mas culpable. Porque si no se quejó cuando le tocó “raro” por primera vez, menos aún cuando sea ella la que toque a su tío cuando él se lo pida… Empiezan jugando y cuando te das cuenta ya no hay marcha atrás, ya no puedes escapar, ya no puedes decir que no, porque es demasiado tarde, es demasiado vergonzoso.


El “Chocolate” de mi padre eran el miedo y mis Padrinos. El miedo implícito que percibía en su presencia, el miedo que yo veía en mi madre y mis hermanos. El premio eran mis Padrinos, si yo me portaba bien volvería con ellos.


Borra la imagen del enfermo con gabardina que se la abre ante las niñas del parque. No es real. Son mucho mas sutiles, preparan bien sus encuentros y se aseguran de no ser interrumpidos por nadie. Conquistan a sus víctimas y encandilan a todos los adultos de su alrededor para que jamás sospechen de él. Incluso ellos mismos dirán que su interés por el niño o niña es precisamente para evitar que un pedófilo se aproveche del menor. Y se termina dejando al zorro al cuidado de las gallinas.


Hay algo que siempre me ha llamado la atención. En las pocas películas, series o relatos de ficción en los que se describe con mayor o menor detalle el abuso sexual de cualquier tipo a un niño -normalmente niña-, la víctima siempre grita o llora sonoramente. Es total y absolutamente falso. Salvo en los escasísimos casos en los que media la violencia, los niños no gritan. Tal vez lloren alguna vez, pero nunca gritan. Cuando mi padre se metía en mi cama nunca me quejé, no me atrevía. El miedo es demasiado grande y te paraliza. La primera vez que me violó quise quejarme, aún oigo su susurro ordenándome absoluto silencio.


Los adultos no son los únicos que abusan de niños. El agresor, estadísticamente hablando, suele ser un hombre adulto, pero también puede ser una mujer, un adolescente u otro niño no mucho mayor que tú. Conozco supervivientes abusadas por compañeros del colegio, o hermanos no mucho mayores que ellas o ellos.


Es muy habitual que un niño no sea abusado sólo por un adulto. Que yo recuerde, he sido abusada por mi padre, por un vecino que tenía una hija de mi edad y por mi hermano, que tiene doce años mas que yo. Varias supervivientes de las que he leído su historia han sido abusadas por todos los miembros varones de la familia. Y no puedo decir mucho de aquellas que han sido prostituidas y ni siquiera pueden dar una cifra aproximada de abusadores en su infancia. Hablo de decenas de abusadores para una sola niña.


Ni son enfermos, ni tienen problemas psicológicos. Lo que tienen es una perversión: les gustan los niños. Igual que a ti te gusta el chocolate. Pero el sexo con niños (o cualquier práctica de las que se consideran Abuso Sexual Infantil) destroza vidas, el chocolate, no. Son personas como tú, totalmente integradas en la sociedad, que en ocasiones gozan de prestigio social, y se aprovechan de su gran integración social precisamente para mantener a sus víctimas en el silencio durante años. ¿Quién te va a creer, con lo buena gente que es? Es imposible. Los que defienden a mi padre, dicen de él, que sólo era un ignorante sin estudios, muy trabajador, enfermo y pobre. Y no se limitó a las niñas de la familia. Mis hermanos varones también fueron víctimas de él. Y sin duda sabía bien lo que hacía.


Con el tema familiar se puede hacer todo un tratado. Porque hay de todo. Muchas veces la familia quiere tanto a todos sus miembros que no saben o no pueden creer que eso pase en casa. Les parece imposible que su hermano, su cuñado, su padre, el abuelo, el sobrino, su propio hijo o su marido haya traicionado a la familia de esa manera. Y lo niegan, simplemente se niega. Mis familias minimizan o niegan mis abusos. Mi familia biológica dice que no fue para tanto, que sólo se dio una vez cuando yo tenía trece años -cuando me “pilló” mi hermana- e incluso sugieren que yo fui quien sedujo a mi padre. Parte de mi familia adoptiva reconoce los abusos cuando yo tenía apenas dos años de edad, niegan el resto, a pesar de informes posteriores remitidos al Alto Tribunal en los que se le informa de lo que yo misma les relaté en su día.


Nunca subestimes el poder de la negación. No se da cuenta nadie. No se quiere ver. Y si alguna vez se percibe “algo raro” automáticamente se piensa que se están malinterpretando las cosas, porque esa persona que conocemos es imposible que haga esas cosas. Y si las evidencias son claras, tal vez intentes “vigilar” un poco mas para que no se repita, pero poco mas.


En mi caso, todo el mundo sabía que mi padre tenía esa perversión. Abusó de mi hermana que es ocho años mayor que yo, de mi hermano doce años mayor que yo y de mi hermano "mellizo" que tiene apenas un año mas que yo. Lo sabían mi madre, mis hermanos, mis Padrinos, el Alto Tribunal Tutelar de Menores... Y sus medidas fueron “vigilarle mas”. En eso se basan para asegurar que miento, que me he apropiado de la historia de mi hermana para manipularlos a todos. Se niegan en redondo a reconocer que en su vigilancia hubo errores de bulto, espacios en blanco, vacíos jurídicos. A mí me “separaban” de la familia por épocas, yo sólo veía a mi padre en vacaciones. Y si hubiese habido una separación permanente de él (de él, no de toda la familia) yo sería mas feliz. Si denunciamos y la justicia actúa como debe, separas al niño de un pedófilo. Debería importar poco si además es de la familia. Si en lugar de abusar de su hija, nieta, sobrina… hubiera asesinado a alguien ¿Le perdonarías su condena en la cárcel para no separarlo de su familia?


Pero lo mas triste es el resultado de unos abusos intrafamiliares: Cuando se destapa el secreto, siempre, siempre, siempre, termina con la pérdida de parte de la familia del abusado. Tal vez de todos. Porque unos creen a la víctima, pero otros creerán al agresor. Yo tan sólo mantengo contacto con mi “mellizo”, que no recuerda nada y con el que no puedo hablar del tema. Y de los cinco miembros de mi familia adoptiva que siguen vivos, sólo puedo contar con una de las hermanas de mi Madrina. Al resto los he perdido, para bien o para mal.


Los niños no incitan, los engañan. Precisamente caen el las redes de su abusador por su inocencia. De eso se aprovechan los pederastas. Me ofende mucho esta afirmación porque es uno de los argumentos principales de mi hermana: que tengo el “síndrome de Lolita”. Si no conoces la historia de Lolita mas que por esas películas tan eróticas de adolescentes de dieciséis o dieciocho años, te contaré que el libro es un relato de un hombre de cuarenta y cinco años y una niña de doce. Que el señor contrae matrimonio con la madre precisamente para acceder a la niña, que la niña se queda huérfana y él termina a solas con ella. Y que la historia está contada desde el punto de vista de un pedófilo que ve en los gestos de una chiquilla, guiños de seducción.


Yo jamás busqué sexo. Si volvía con mi padre es porque realmente esperaba que esa vez me ofreciese un cariño entrañable y tierno. Era lo que yo le ofrecía. El me devolvió siempre caricias asquerosas que desearía borrar de mi memoria. Un niño no es rencoroso. No sabe enfadarse con nadie el tiempo suficiente como para que no vuelva a dirigirle la palabra. Ni siquiera cuando se siente traicionado. ¿Has intentado alguna ves explicar a un niño porque no te hablas con el tío Roberto? ¿Crees que la herencia de la abuela es un tema muy comprensible para una niña de doce años?


Todos enseñamos a nuestros hijos que hay que hacer lo que mandan todos los adultos: papá, mamá, el abuelo, la tía, la profesora, el conserje del colegio, el cura de la catequesis… Y son incapaces de decir “no” porque no saben que pueden decir que no. Nadie les ha enseñado que esa orden de un adulto no se obedece. Cuando quieren apartarse de ello sienten que ya no pueden porque uno de los primeros engaños es que están siendo cómplices de un delito, y que si alguien se entera los acusarán a ellos, no a su abusador. Si te has creído durante diez años que existía Papa Noel, los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez, te crees cualquier cosa que te diga un adulto. Hasta hace poco yo estaba completamente convencida de que si hablaba, terminaría en la cárcel condenada por calumnias, porque después de cuarenta años, ya no tengo pruebas físicas que aportar a mi relato. Desde que abrí este blog, he pasado alguna noche en vela pensando en que me lo cerrarían y me condenarían por desacato o injurias. Aún me asalta ese pensamiento. ¿Cómo crees que razonaba yo con trece años?


Un niño no miente. Puede creer lo que le digan, y si te sientas con un niño para que te cuente cómo es el Ratoncito Pérez te das cuenta en seguida que es una fantasía porque él mismo añadirá detalles fantásticos con intención de hacer el relato mas interesante, porque cree en ello, le gusta, y su imaginación lo hará ser mas creativo. Pero si le pides que te describa cómo prepara mamá las tostadas del desayuno, es muy posible que te sorprendas de su calidad en detalles. Los niños no mienten ante eso, porque una experiencia traumática no incentiva su imaginación. Al contrario, la mata. Los niños no saben hablar de sexo si no lo conocen. La mitad de las víctimas no lo denuncian por primera vez de manera firme antes de pasar al menos cinco años. Yo he tardado treinta en conseguir que se me escuche. Muchas víctimas morirán sin revelarlo.


Me hace gracia esa afirmación que dice que los niños abusados se convierten en abusadores. Echa cuentas: un pedófilo tiene de media nueve niños/niñas en su historial antes de ser descubiertos. Si todos fueran futuros abusadores, teniendo en cuenta que este delito existe desde siempre… Todos los hombres serían abusadores, ¿no? ¿Tu eres abusador? ¿Abusaron de ti? ¿Abusas de niños? ¿Acaso todos los que fuimos abusados ahora somos abusadores? ¿Y las mujeres? Si hay mas niñas que niños ¿Por qué hay tan pocas mujeres abusadoras? (Ojo, las hay. El sexo débil también puede ser perverso) El porcentaje es mas amplio de lo que crees pero no todos los abusados se convierten en abusadores. Gracias a dios al crecer y madurar, la mayoría nos damos cuenta de lo ocurrido e intentamos no repetir en nuestro entorno las mismas agresiones ni los mismos errores que vimos en nuestra infancia. De hecho nos volvemos grandes defensores de la infancia y los débiles en general. No olvides que el abuso sexual no es una simple cuestión de sexo, sino de poder. Es una manera de agredir a otro que sabes que está en inferioridad de condiciones para someterlo a tu voluntad. Si abusas de un niño, harás de él lo que quieras.


Ahora vamos a entrar en el terreno de las incongruencias:


-El abuso infantil es poco frecuente - En la actualidad se producen mas que antes.


¿En qué quedamos? ¿Es poco frecuente u ocurre mas que antes? Yo apostaría por la difusión. Creo que afortunadamente ahora se habla de ello, porque muchas “Lolitas” hemos decidido romper el silencio y denunciar lo que ocurre tras las puertas cerradas de los cuartos de los niños y niñas del mundo. Solo espero que hablar sea el primer paso, para que a continuación concienciemos a la sociedad y logremos eliminar estos tabúes y reparar leyes retrogradas que nos condenan al ostracismo.


-Los efectos son muy traumáticos - Sus consecuencias no son graves, los niños tienen la capacidad de olvidar los traumas.


Y vuelvo a preguntar: ¿En qué quedamos? ¿Son graves sus consecuencias o los niños son mas fuertes de lo que pensamos? Yo os lo aclaro. Sus consecuencias pueden ser gravísimas. Depende de cada persona. Como su capacidad de recuperación. El daño está relacionado con las consecuencias, no con el tipo de abuso.


Y si, los niños sienten tanto o mas que tu. La diferencia es que si no pueden asumir una experiencia, la olvidan. Si el hecho es demasiado traumático lo olvidamos para que nuestra mente no se rompa. Pero el olvido no es permanente. En el momento en que estemos preparados para asumir esa experiencia el recuerdo volverá a nosotros exactamente como si ocurriese en ese momento, con todo el dolor, el miedo, la ansiedad y el pensamiento que experimentamos en aquellos terribles momentos. De ahí viene la leyenda urbana de que los niños no sufren, porque ni siquiera si se les pregunta te dirán lo que sienten. Es muy posible que ya no puedan recordarlo. ¿Sabías que hasta hace pocos años la cirugía a niños se realizaba sin anestesia? Se creía que no les dolía y que lo olvidaban. De hecho las mutilaciones genitales infantiles tan tradicionales en muchas culturas todavía, como las circuncisiones y las ablaciones, se hacen sin anestesia.


Los niños no tienen capacidad para superar sus traumas. Pero tenemos una enorme capacidad para sobrevivir a ellos hasta que podamos afrontarlos y superarlos. Algunos de nuestros mecanismos para soportar los abusos han sido autodestructivos, y nos han producido secuelas, pero nos sirvieron en su día para salir adelante. Honrad eso y no nos juzguéis duramente. Y si además nos ayudáis a sobreponernos a esos efectos, la recuperación será completa.


Se puede prevenir. Educando desde la sinceridad. Estoy convencida de que gran parte de nuestras secuelas están causadas por el tabú en el tema. Si te subes a un árbol y te rompes un brazo al caer cuando tienes 8 años ¿Tienes secuelas psicológicas de adulto? ¿sientes culpa? La culpa fue tuya por subirte al árbol. Y sin embargo se lo cuentas a tu madre para que te lleve al médico. ¿Y que hace tu madre? ¿te castiga por subirte al árbol y te dice que te aguantes con el brazo roto el resto de tu vida para que nadie se entere que te has subido al árbol y te has roto el brazo? Pues no. Lo primero que hace es llevarte al médico, a que te curen, te da mimos, te cuida... Con más razón cuando no fue por subir a un árbol sino porque te rompió el brazo tu hermano, tu primo, tu tío, tu abuelo, tu padre...


El secreto es romper el silencio de todos. Es hablar con los niños desde muy pequeños de sexo. Es decir, con dos o tres años, cuando lo bañas y esté aprendiendo las partes del cuerpo, por ejemplo que tenemos pies, dedos, cabeza, rodillas, cuello, ombligo... también hay que explicarle que los niños tienen Pene y las niñas vagina. Nada de la "cosita" o "eso". Las cosas tienen nombre. Utilicémoslo. Así sabrán explicarnos desde muy pequeños que "el primo me obligó a que le tocase su pene" Y en ese momento ya le puedes explicar que esas partes, las que normalmente tapa un bañador, NI SE ENSEÑAN NI SE TOCAN. Nadie, bajo ningún concepto, salvo cuando estén enfermos, y en ese caso lo hace un médico pero siempre con mamá u otro adulto delante. Y que si alguien les toca ahí o ven a alguien que les enseña esa parte que siempre esconde el traje de baño, os lo digan de inmediato, diga lo que diga quien sea. Que no tengan miedo, que no les vais a reñir por contarlo. Que esos "secretos" son malos, como los personajes malvados que guardan secretos en las películas. Y que hay que contarlos. No es lo mismo guardar en secreto el regalo que papá le va a comprar a mamá que ese otro “secreto” que te hace sentir “rara”. Y eso se lo hay que decir muchas veces, jugando, cuando haya ocasión propicia para ello, que no se les olvide. Como cuando le dices que mire antes de cruzar la calle o que nunca se suba al coche de un desconocido.


Leí hace poco que los Norteamericanos, a los que les encantan los estudios de mercado, hicieron un estudio sobre secuestros a niños en su país, y llegaron a la conclusión de que el 87% de esos secuestros se hubieran evitado si se enseñase correctamente a los niños como evitar situaciones de riesgo y pedir ayuda. Supongo que en este tema, no sería muy distinto.


¿Qué propósito tiene pensar que sólo se da en el tercer mundo, en determinadas clases sociales, familias desestructuradas y nivel sociocultural muy bajo? Me temo que de nuevo la negación entra en juego. Una sociedad rica, culta y avanzada no puede tener semejantes perversiones.


Yo pertenezco a una familia de extrema pobreza. Vivíamos en un barrio marginal de la zona obrera de una ciudad pequeña. Y además mi padre era inculto y violento. Pero no considero a mi país tercermundista. Y además esos parámetros no son la norma. Conozco infinidad de casos en los que la familia es un ejemplo de virtud, buena posición social e influencia. Y si salimos del ámbito exclusivamente intrafamiliar, el resto de los abusos se dan en el entorno mas conocido del menor. Por ejemplo los sacerdotes pederastas. Normalmente son los curas de la parroquia o de la catequesis, que conocen a todos los miembros de la familia, o los profesores, esos que hablan con las madres y les dicen que su hija tiene un gran potencial pero debe quedarse en clase un rato mas porque él quiere ayudarla por puro altruismo y vocación en su labor de educador. O el vecino que insiste en que le dejes al niño con él mientras haces la compra semanal en el hipermercado.


Pero hay un dato mucho mas escalofriante. Los clientes de turismo sexual infantil en países del tercer mundo provienen de EEUU, España, Italia, Francia, Alemania, Bélgica y Australia en su mayoría. Los destinos más elegidos por los pedófilos son Bangkok, Camboya, Tailandia, Vietnam, México, Brasil, Guatemala entre otros. Esto mueve redes de prostitución infantil a nivel mundial y el negocio es muy lucrativo. Algún pedófilo ha resultado ser un reputado político o pertenecer a la nobleza. (¿Alguien se acuerda del Duque de Feria?) Y ha encontrado en su perversión dinero fácil. Lo que significa que nadie va a cambiar la ley si le va a estropear el negocio y su diversión. ¿te suena el argumento?, pues sí. Al negocio de la droga, el tráfico de armamento y la prostitución en general, le puedes añadir un negocio mas lucrativo todavía porque “no existe”: La prostitución infantil.


Tu silencio es cómplice. Si no ayudas a romper estos mitos, seguirán funcionando y yo seguiré sintiendo vergüenza de hablar de mis abusos. Y eso me entierra. Porque el silencio es lo que me condenó a una infancia destruida y romperlo es lo que me sana. Y a nivel de denuncia igual. Si se calla se acaba protegiendo al agresor y a las redes de prostitución. Ni enfermos, ni locos, ni nada. Si no denuncias, si no ayudas a eliminar estos mitos, si no apoyas un cambio en las leyes que regulen y condenen con mas contundencia todos estos hechos, estás ayudando a perpetuar el delito y a que los delincuentes permanezcan impunes.


“Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”

Vladímir Ilich Uliánov, «Lenin». (1870- 1924) político ruso y primer dirigente de la Unión Soviética. 

Tomado de: http://nemesisenelaverno.blogspot.com/2012/11/cuentos-y-leyendas.html#comment-form

jueves, 15 de noviembre de 2012

ESTADÍSTICAS ALARMANTES...

A continuación encontrarás varias estadísticas acerca del abuso sexual infantil, organizadas en base a prevalencia y consecuencias. Creí que podría ser útil incluir información más "dura" acerca de este tema con el propósito de concientizar, pero también con el propósito de tranquilizar. Para mí ha sido tremendamente reconfortante saber que no soy la única que ha pasado por experiencias como estas, aunque confieso que han habido veces en que me da rabia que toda mi experiencia, todo lo que he vivido y sentido, se vea reducido a un "simple número"...

PREVALENCIA Las estadísticas son escandalosas:
1 de cada 4 niñas es abusada sexualmente antes de cumplir 18 años.
1 de cada 6 niños es abusado sexualmente antes de cumplir 18 años.
1 de cada 5 niños es abordado sexualmente a través de internet.
Casi el 70% de todos los asaltos sexuales (incluyendo los asaltos a adultos) ocurren a niños de menos de 17 años. Hoy existen aproximadamente 39 millones de sobrevivientes de abuso sexual infantil en Estados Unidos. 
Los niños están en riesgo de ser abusados sexualmente incluso dentro de sus propias casas: Entre el 30 y el 40% de las víctimas son abusadas por un miembro de la familia.
Otro 50% son abusadas por alguien fuera de la familia, pero a quien conocen y en quien confían. Aproximadamente el 40% es abusada por algún niño mayor conocido. Por lo tanto, sólo el 10% es abusada por un extraño.
 
El abuso sexual puede ocurrir a cualquier edad, e incluso más tempranamente de lo que piensas:

La edad media de los abusos sexuales denunciados es de 9 años.
Más del 20% de los niños es abusado sexualmente antes de cumplir 8 años.
Cerca del 50% de las víctimas de sodomía, violaciones con un objeto y tocamientos forzados son niños menores de 12 años.
La mayoría de los niños no revela haber sido abusado, incluso si se le pregunta:
La evidencia de que un niño ha sido abusado sexualmente no es siempre obvia, y muchos niños no cuentan que han sido abusados.
Más del 30% de las víctimas nunca revela la experiencia a NADIE.
Las víctimas pequeñas pueden no reconocer su victimización como un abuso sexual.
Más del 80% de las víctimas niegan o son reacias a revelar el abuso. De las que sí lo revelan, aproximadamente el 75% lo hace accidentalmente. De aquellas que sí lo hace intencionalmente, más del 20% eventualmente se retracta aunque el abuso efectivamente haya ocurrido.
Las falsas acusaciones constituyen sólo entre el 1 y el 4% de las denuncias. De éstas, el 75% son realizadas por adultos y el 25% por niños. Los niños sólo realizan falsas acusaciones el 0,5% de las veces.
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CONSECUENCIAS
Las consecuencias del abuso sexual infantil comienzan a afectar a los niños y a sus familias inmediatamente. Estos efectos pueden continuar por muchos años en la vida de los sobrevivientes y así impactar a la sociedad por múltiples décadas. Ahora trata de dimensionar el impacto de 39 millones de sobrevivientes.

Problemas de salud y/o de comportamiento:
La manera en que la familia de una víctima responde al abuso juega un rol muy importante en cómo el incidente afecta a la víctima.
Los niños que guardan el abuso sexual como un secreto o que al revelarlo no les creen están en mayor riesgo de desarrollar problemas psicológicos, emocionales, sociales y físicos que pueden prolongarse a la adultez.
Los niños que han sido víctimas de abuso sexual están en mayor riesgo de desarrollar problemas de salud físicos (por ejemplo, dolores de cabeza).
Las víctimas de abuso sexual infantil sufren más síntomas de trastorno de estrés post-traumático, mayor tristeza y más problemas en los colegios que los que no lo han sido.
Las vícitimas del abuso sexual infantil tienen mayor probabilidad de desarrollar depresión cuando adultos.
Las niñas que han sido abusadas sexualmente están en mayor riesgo de desarrollar desórdenes de almientación cuando adolescentes.
Las víctimas adolescentes de crímenes violentos tienen dificultades en su transición a la adultez, tienen mayor probabilidad de sufrir fracasos financieros y lesiones físicas y están en mayor riesgo de fracaso en otras áreas debido a problemas de comportamiento y consecuencias de la victimización.

Problemas de drogas y/o alcohol:
Las víctimas de abuso sexual infantil reportan mayores problemas por abuso de sustancias. Entre el 70 y el 80% de las sobrevivientes de abuso sexual reportan uso excesivo de drogas y alcohol.
Las niñas que han sido abusadas sexualmente están tres veces más expuestas a desarrollar desórdenes psiquiátricos o de abuso de alcohol y drogas en la adultez.
Entre los sobrevivientes masculinos, más del 70% recurre a tratamientos psicológicos por problemas como abuso de sustancias, pensamientos suicidas e intentos de suicidio. Los hombres que han sido abusados sexualmente, tienen mayor probabilidad de victimizar a otros con violencia.

Embarazo adolescente y promiscuidad:
Los niños que han sido víctimas de abuso sexual exhiben más problemas de comportamiento, particularmente por comportamientos sexuales inapropiados.
Las mujeres que reportan violación en la infancia tienen tres veces más probabilidad de quedar embarazadas antes de los 18 años.
Aproximadamente un 60% de los embarazos adolescentes están precedidos por experiencias de abuso, violación o intento de violación. La edad promedio de los agresores es de 27 años.
Las víctimas de abuso sexual infantil están más propensas a ser promiscuas sexualmente.
Más del 75% de las prostitutas adolescentes han sido abusadas sexualmente.
 
Crimen:
Los adolescentes que sufren victimización con violencia están en mayor riesgo de ser víctimas o agresores de asalto y violencia doméstica en la adultez.
Cerca del 50% de las mujeres que está en prisión dice haber sido abusada durante su infancia.
Mas del 75% de los violadores en serie dice haber sido abusado sexualmente cuando niño.
Gran parte de los agresores no abusa de un solo niño si no es denunciado:
Más del 70% de los pederastas tiene entre 1 y 9 víctimas; al menos el 20% tiene entre 10 y 40 víctimas.
Un pedófilo promedio puede tener 400 víctimas en su vida.
Tomado de: http://www.facebook.com/AccuseYourAbuser/posts/283930325061927

domingo, 11 de noviembre de 2012

ADULTOS SOBREVIVIENTES DE ABUSO SEXUAL INFANTIL INTRAFAMILIAR

  • El abuelo Ignacio era muy querido y admirado por Juancito. Siempre que iban con sus padres a visitarlo los domingos, le contaba historias de cuando era marino, a principios de siglo 20. De cómo navegó en un barco mercante a velas y así vino de su Italia natal. El anciano conservaba esos elementos tan característicos de un marinero (el abrigo con grandes botones, la navaja hecha a mano, el reloj de bolsillo.). Hacía barquitos dentro de botellas. Sabía hacer nudos de todo tipo. Tenía muchas historias increíbles.

    Un hombre lleno de misterios que hacían que cada tarde de visitas fuera un momento único.

    Un domingo cuando Juan tenía alrededor de 9 años los abuelos fueron de visita a la casa donde vivía el niño. A pasar el día en familia . Y todo iba bien, como siempre, hasta que el abuelo llevó a Juan a un cuarto donde estaban solos, e hizo cosas con él que no podía entender; y lo obligó también a hacer otras cosas. No es que a Juan le parecieran buenas o malas, simplemente que no las entendía. Que nunca se le habían cruzado por la mente. Mientras esto pasaba el abuelo decía que no debía contarle a nadie lo que pasaba, que debía ser un secreto entre ellos.

    Este hecho se repitió otras veces.

    Hasta allí el recuerdo.

    Esto que parece tan fuerte y de lo que no creo que sea necesario detallar más, por alguna razón quedó borrado en la mente de Juan durante 37 años. Durante ese tiempo creció, construyó una vida de adulto, se casó y tuvo unos hijos hermosos. Hoy tiene 46 años, y desde hace unos cuantos es cristiano nacido de nuevo.

    ¿Por qué el testimonio de algo tan lejano y tan íntimo?

    En principio, porque de una u otra manera, con las variables de parentesco (padre, abuelo, tío, hermano mayor), uno de cada 5 de los lectores de este artículo pasó por algo parecido. En el grupo juvenil de una iglesia cristiana investigaciones y encuestas han mostrado que un 40% de jóvenes tiene una historia similar para contarnos[1]. Citando textualmente estas encuestas, la edad promedio en que comenzaron los abusos osciló entre los 6 y los 8 años de edad. Y en el 90% de los casos el abusador es un conocido, familiar o vecino.

    Técnicamente alguien que vivió una situación de incesto de este tipo, es considerado adulto víctima de Abuso Sexual Infantil Intrafamiliar (A.S.I.I.). Actualmente los autores usan un término mucho más adecuado que "víctimas": los llaman "sobrevivientes".

    Es frecuente ver a profesionales y organizaciones ocuparse de niños que han sido abusados. Los juzgados del menor en cada ciudad están abarrotados de situaciones de este tipo. En todos los casos, la realidad que muestran los psicólogos y asistentes sociales encargados de tratar con estos temas, es que la cantidad de casos es tan grande que superan completamente sus posibilidades.

    Esos niños de uno u otro modo comienzan a ser tratados desde ahora por lo que han sufrido.

    Pero en los hogares hay una cantidad mucho mayor que nunca van a tener la oportunidad de contarle a nadie lo que les pasa. Guardarán estos hechos en la más absoluta soledad y secreto y crecerán con ello en su mente y en su corazón. Se harán adultos y vivirán sus vidas, en muchos casos "olvidándose" de los abusos.

    De estos adultos es de quienes les propongo ocuparnos.

    Para entender lo que pasa dentro de un adulto sobreviviente de A.S.I.I., es necesario que dedique unos párrafos a definir algunas cosas técnicamente:

    La palabra ABUSO deriva de ab-uso; uso enajenado del cuerpo del otro tomando posesión de él, que queda limitado a un objeto.

    La palabra VIOLENCIA deriva de violar, violentar, maltratar, profanar, deshonrar.

    Las prácticas violentas en una familia están originadas en el desequilibrio de poder, que tiene como víctimas generalmente a niños, ancianos y mujeres.

    Se trata de actos, discursos o palabras violentas donde el otro queda sometido a una situación de impotencia e indiferenciación[2].

    Se ubica al abuso sexual infantil dentro de una de las categorías de la violencia que pueden sufrir los niños, siendo las restantes: abandono físico, castigo corporal y maltrato emocional[3]

    Y aquí el tema es la forma específica de violencia que usa la sexualidad como medio.

    Estoy hablando de un padre, un tío, un abuelo, un hermano mayor que abusa sexualmente de un niño de su familia.

    ¿Es una violación?

    Es mucho más grave que eso. La palabra "violación" da solamente una respuesta incompleta a los hechos. La palabra "abuso sexual" es mucho más abarcativa, porque comprende todas las actividades sexuales en las que los niños se ven involucrados con adultos, que van desde besos, manoseos, sexo oral, penetración vaginal y/o anal, obligar al niño a presenciar una relación sexual entre adultos, y prostituciòn infantil.[4]

    La víctima es alguien que no está preparado para saber lo que están haciendo con él porque dada su temprana edad no cruzan por su mente estos temas, pero además que está sufriendo este ataque de alguien que ama, que respeta, que debería protegerlo y cuidarlo.

    Es necesario enmarcar estos hechos dentro de la familia. La situación es bien distinta (y psicológicamente deja menos secuelas) cuando el abusador es un extraño.

    ¿Este adulto es un pedófilo? No.

    Los adultos que cometen incesto no gustan de otros niños. Solamente con "éste", que es su hijo-hermanito-nieto-sobrino.

    ¿Qué piensa el violador?

    "Este es carne de mi carne. Es una parte de mí mismo. Es mi hijo, y tengo derecho sobre él."

    En la psicología perversa del adulto, el niño se convierte en una parte del cuerpo del abusador. Su cuerpo deja de pertenecerle.

    No hay una sensación de placer. Es una experiencia que parte de una necesidad narcisista.

    El hijo se convierte en HUERFANO. Pierde en ese instante a su padre (o al pariente abusador), pierde a su madre porque hay un secreto que no puede compartir con ella. (En muchos casos, cuando el niño lo denuncia a su madre, ésta no le cree) y pierde su propio cuerpo, que pasa a formar parte del cuerpo del adulto.

    Las prácticas de ASII se constituyen en la abolición del deseo y del pensamiento del niño.

    ¿Qué pasa cuando un niño es abusado?

    Debería experimentar rechazo o resistencia, pero están inhibidos por el temor que genera la relación de parentesco.
    El niño se asocia psicológicamente con su agresor. Se identifican. Se confunden. Se olvida de su propio deseo. El agresor se hace intra-psíquico. Deja de ser alguien externo y se convierte en interno.
    El niño se identifica con su agresor y se siente culpable. Al mismo tiempo es inocente y culpable. En la locura que deviene en su mente, la agresión se vuelve interna. El niño se vuelve su propio agresor, comparte la culpa con el otro.
    El niño necesita generar estrategias de supervivencia. Y vive procesos que van desde petrificación inicial, negación, desmentida, minimización del problema, reducción a "cosa" y aceptar su nueva condición.
    Cuando un niño sufre alguna situación que lo asusta, recurre a sus padres buscando contención, protección. En estos casos no pueden hacer eso, porque hay un secreto. Alguien le dijo "no se lo digas a nadie porque." y hay una amenaza que sigue a los puntos suspensivos. El pequeño siente que si habla será culpable de la destrucción de la familia, de la separación de sus padres, será responsable de mayor destrucción de la que él vive. En su mente, surge la idea de que su secreto mantendrá la familia unida[5].
    Ahora bien. Como mencioné arriba, hoy el tema son los adultos. Personas que hoy tienen más de 20 años y que han sufrido durante su infancia estas situaciones de A.S.I.I..

    En la vida de este adulto hubo un niño que vivió los terribles traumas que resumí. En ese momento algo se rompió para siempre. Hubo una mutilación, como la que sufre alguien que pierde un miembro de su cuerpo. En el momento del abuso murió un niño. Murió la infancia. Quedó para siempre en tiempo pasado, un chico que no pudo llorar su dolor. Tal era su miedo y lo demencial de su realidad.

    Hubo silencio. El tiempo fue pasando, sin hablar con nadie de esto. CON NADIE.

    La persona se hizo adulta. En su mente carga con un pasado que de tan doloroso se fue ocultando, hasta que en muchos casos quedó en el olvido. Pero quedaron las culpas. La sensación de desprecio por su cuerpo. El sentir que no se es nada. Que el cuerpo no le pertenece. Quedaron los miedos, aunque no se sabe a qué. Quedó el desprecio por el sexo.

    Espero ser claro. Estos hechos del pasado, imposibles de comprender por el niño que era, han sido negados o minimizados. De modo que no se asocian a situaciones del presente. Pero quedan las secuelas.

    Un adulto sobreviviente de A.S.I.I. concurre a consejería pastoral o a buscar ayuda profesional, porque (sin conocer la causa) sufre de:

    Problemas para dormir. Insomnio o pesadillas recurrentes.
    Irritabilidad, inestabilidad emocional. Cambios bruscos de comportamiento. Agresividad.
    Problemas con la autoestima.
    Conductas obsesivas.
    Depresión.
    Aislamiento de amigos y familia.
    Desprecio por lo relacionado al sexo o promiscuidad y desenfreno.
    Rechazo a los lugares donde hay mucha gente.
    Comportamiento suicida, Autoagresión .
    Todos estos síntomas son característicos en un adulto sobreviviente de abuso sexual infantil ¿los reconoce? ¿ha recibido personas buscando ayuda con estos síntomas?.

    Estos hombres y mujeres buscan ayuda. Uno de cada cinco en nuestra congregación. En números estadísticos, más de 20 de cada 100 personas que se sientan en el templo.

    El A.S.I.I. no respeta situación espiritual, condición social, formación intelectual. La iglesia es una muestra de la realidad del mundo en que vivimos, y entonces hay en ella familiares abusadores, niños que hoy son víctimas de incesto y adultos sobrevivientes de una infancia donde hubo abuso sexual infantil.

    ¿Podemos comprender la magnitud del problema?

    Si no estamos preparados a ser sensibles, a escuchar, si no estamos entrenados para pensar en esto, no podremos dar ayuda.

    ¿Cuántos hablan hoy con usted, pastor o consejero, manifestando los síntomas que describí?

    En mi experiencia creo que es un error atribuir a estos casos cuestiones únicamente espirituales. ¿Cuántos cristianos han pasado por nuestra oficina buscando una ayuda que no siempre pudimos dar?

    Creo que debemos aprender a usar la psicología como una herramienta más de ayuda pastoral. Es indispensable que el pastor o consejero sepan distinguir e identificar estos síntomas. Y estén preparados para responder adecuadamente. Muchas veces la persona que busca ayuda necesitará la interacción con un profesional.

    ¿Puede un adulto sobreviviente de ASII recuperarse?

    Seguramente que sí, en la medida en que pueda reconocer la causa real de sus problemas, ponerle nombre, identificar las consecuencias que vive. Liberarse de una culpa que no es propia. En la medida en que pueda encontrarse real o espiritualmente con su agresor, confrontarlo para enfrentar sus propios miedos y sentimientos de intimidación y perdonarlo.

    Debe irse hacia el pasado a buscar ese niño que quedó en un cuarto a oscuras, sólo y asustado, sucio y lastimado. Se lo debe abrazar, consolar, limpiar, sanar. Se le debe enseñar a llorar.

    La sensación será la de recuperación de una inmensa paz. La de dormir mejor, la de aprender a sonreir, la de aprender a devolver el amor que se recibe, la de aprender a amar nuestro cuerpo, la imagen que vemos en el espejo.

    Conocer nuestro valor, generar nuestra propia identidad. Controlar nuestras adicciones. Reconocer nuestras conductas. Levantarse de buen humor. Poder pensar en futuro y hacer planes. Conquistar la alegría de vivir.

    La sensación de mutilación quedará, como la de alguien a quien le falta una parte de su cuerpo por un accidente traumático. Pero se puede aprender a vivir con esa carencia.

    No es cuestión de olvidar el pasado. Los hechos ocurrieron y estarán allí por siempre. Ser sanado interiormente permitirá convivir con lo que es parte de nuestra vida y recordarlo sin dolor.

    Es un aprendizaje que puede hacerse. Y vale la pena.

    Citando nuevamente al matrimonio Cinalli:

    "La persona debe ser conducida al perdón.

    A perdonar a Dios (las víctimas creen que Dios no las protegió durante los abusos)
    A perdonar al ofensor (La amargura es la consecuencia de la falta de perdón en el corazón. La única manera de ser libre es perdonando)
    A perdonarse a sí mismo (muchas personas abusadas no pueden perdonarse a sí mismas. Creen haber colaborado con el abuso. "
    En una prédica que escuché recientemente del pastor Juan José Churruarín, grabé una frase: "podemos hablar con autoridad de aquello que hemos visto hacer a nuestro Padre". Creo en eso, y puedo hablar con autoridad porque soy un adulto de 46 años víctima de ASII. Un trauma que tenía tan negado que sólo pude reconocerlo hace unos meses.

    El encontrarme con esta realidad y comenzar el camino de recuperación me ha permitido crecer en mi relación con Dios, en mi intimidad con Él. Aprendì a reconocerlo como Padre, como "papito". Me resultaba muy dificil entablar ese vínculo filial porque no lo había conocido. Fui abusado por mi abuelo durante mi infancia.

    Pero también siento el maravilloso privilegio que puedo leer en Mateo 13: 16 y 17. "Dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven y no lo vieron; quisieron oir lo que ustedes oyen y no lo oyeron"

    Sé que Dios inició una obra en mí y sé que esta obra será terminada. Es parte de mi crecimiento hacia Él. Parte del proceso de conversión que se inició cuando hice mi oración de fe.

    Le dije al Señor: "te abro la puerta, transfórmame, límpiame, sáname".

    En este último tiempo fue maravilloso tomar contacto con otros hermanos en Cristo que pasan por situaciones similares. Otros adultos sobrevivientes de A.S.I.I.. que viven un proceso de recuperación de su cuerpo, alma y espíritu similar al mío.

    Creo que usted que está leyendo puede comprenderme, identificarse. Le invito a que se ponga en manos de Dios, y le permita tratar con esto que tiene muy dentro suyo. Que se ponga en contacto con otros hermanos que viven su realidad. No deje que este pasado lo intimide, lo paralice. Levántese, pida ayuda.
    Tomado de: http://www.facebook.com/AccuseYourAbuser/posts/282471095207850

ABUSOS SEXUALES EN LA INFANCIA

Los abusos sexuales en la infancia son un fenómeno complejo que está cobrando cada vez más notoriedad en los medios de comunicación y en la opinión pública en general. La información es diversa y a veces confusa e incluso contradictoria. Los abusos constituyen un problema que a lo largo de la historia ha permanecido en un secreto casi absoluto y en los últimos años ha empezado a salir a la luz. Por un lado las personas que han sufrido experiencia de este tipo han empezado a atreverse a hablar y a denunciar y, por otro, los profesionales tanto del ámbito de la salud como del ámbito judicial, estan dedicando esfuerzos a abordar este tema tan espinoso.

C: Hoy hablaremos de un tema que parece que afecta a muchísima gente, sobre todo a muchos niños, aunque desgraciadamente no siempre sale a la luz: los abusos sexuales.

?Tienes idea de cuántas personas han sido o son víctimas de abusos sexuales en un momento u otro de su vida? ?Hay mucha gente?

A: Existen distintas estadísticas que hablan de diferentes porcentajes pero más o menos la media estaría en un 20% de personas que antes de los 18 años han sufrido una experiencia de este tipo. Un 20% en mujeres y un 10% en hombres.

C: Esa es una cantidad bastante importante ?no?

A: Si, es muy importante

C: ?Y por qué se producen estos abusos? ?Quizá los que abusan son enfermos mentales?

A: No, no, en absoluto. No tienen por qué ser enfermos mentales; de hecho en la mayoría de los casos conocidos los agresores no padecen ningún tipo de trastorno mental. Las causas son difíciles de explicar en este espacio porque son múltiples y no siempre están claras. Entre ellas encontramos aspectos sociales, familiares y personales, etc. Es un tema bastante complejo. Según algunos autores la sociedad actual tiende a un proceso de "cosificación comercial del cuerpo del niño"

C: ?Nos puedes explicar más detalladamente qué se entiende por abusos sexuales intrafamiliares (dentro de la familia)?

A: Los abusos sexuales intrafamiliares, como dice la palabra, son los abusos sexuales que se producen dentro de la familia y tienen que ver no sólo con conductas claramente sexuales como penetraciones sino también con tocamientos, exhibicionismo, con observar al otro, mostrar pornografía... en sentido amplio. Diríamos que es cualquier actividad en la que un adulto utiliza a un menor para disfrutar sexualmente, para obtener un beneficio sexual.

C: ?y de qué manera empieza un abuso sexual?

A: Generalmente se produce de forma progresiva. El abusador se gana la confianza de la persona abusada (el niño). Empieza como un juego, es una persona que le hace regalos, que le muestra afecto, que se va ganando la atención del niño. Después pasa a una segunda fase en la que se produce el abuso. Puede empezar con tocamientos, con insinuaciones, mostrando pornografía, y puede derivar más adelante hacia otro tipo de conductas. Y después viene una tercera fase, que es la fase del secreto, el agresor es consciente de que aquello no está bien, con lo cual impone al menor que mantenga el secreto. Esto puede tomar la forma de amenazas o diciéndole "esto es algo entre nosotros dos", "te lo hago porque te quiero", "no se lo expliques a nadie porque si se lo explicas nos pasará algo malo", "yo iré a la cárcel y mamá se pondrá enferma", etc.

C: Y el niño se lo cree generalmente...

A: Bueno, sobre todo si esta situación se produce dentro de la familia, ?cómo un niño no va a creer algo que le está diciendo un adulto tan significativo en su vida y con tanto poder sobre él/ella como su padre, su hermano, etc.?

C: ?Quizá este tipo de conductas se produce en determinados tipos de familias?

A: Mucha gente cree que esto pasa en familias de clase social más baja, pero no existe ninguna investigación que corrobore que eso es cierto. Se produce en familias de todo tipo de clases sociales. Lo que sí es cierto es que se detecta más en clases sociales bajas porque están más en contacto con servicios sociales.

C: Pero eso no quiere decir que no se dé en clases altas también ?no?

A: Desde luego. Pero por otra parte si que hay características propias de las familias en las que se producen los abusos y es que son familias en las que no están definidos los límites ni los roles, por ejemplo, la diferencia entre afecto y sexualidad es muy difusa, y los límites entre el rol de los padres y el de los hijos no está tan definidos como estarían en otras familias. También son familias aisladas, porque el hecho de que haya un abuso supone mantener el secreto y esto quiere decir aislarse.

C: Ya, quieres decir que el niño no hable con muchos amigos, que no tenga gente en la que confiar fuera de la familia...

A: Exacto.

C: ?Es normal que en un principio la víctima, ya sea un niño o una niña, no diga nada, bien porque no es consciente o bien porque tiene miedo?

A: Básicamente porque existe esta ley del silencio, hay amenazas, y mucho miedo... con lo cual no es extraño que no lo diga. Generalmente los niños no lo dicen.

C: ?Pero piensas que la madre, o un hermano u otro miembro de la familia no puede ver o imaginar lo que está pasando?

A: A veces si que hay personas de la familia que de una forma u otra lo saben o al menos lo intuyen. En otros casos lo saben abiertamente y otras el niño lo dice pero no se le cree porque la crisis que provocaría esto en la familia es tan grande que es mejor pensar que no ha pasado. Muchas veces no se sabe pero tampoco se quiere averiguar más para ver si ha ocurrido o no y hay veces en las que posiblemente nadie lo ha detectado. No es lo mismo que el abusador sea un padre que sea un abuelo que vive en el pueblo y con el que el niño va a pasar las vacaciones de verano y los abusos se producen cuando la familia no está presente. Pero si en el núcleo familiar es muy difícil que nadie haya detectado nada.

C: Normalmente ?quién es el que abusa, un padre un tío, un abuelo?

A: Muchas veces es el padre, también muchas veces es el padrastro, pero también hay muchos casos de hermanos, tíos, abuelos... (aunque estos últimos son menos frecuentes).

C: ?Porque siempre son hombres los que abusan, no hay mujeres?

A: Según las investigaciones la mayoría de abusadores son hombres, aunque hay un pequeño porcentaje de mujeres que o bien son abusadoras o son cómplices del abusador. Pero básicamente, tal como está distribuido, en esta sociedad patriarcal, el rol del hombre y de la mujer básicamente los abusadores son hombres. Los abusos sexuales van asociados al abuso de poder. Y en nuestra sociedad lo detentan los hombres.

C: ?Y es frecuente que la persona que abusa haya sufrido también un abuso?

A: Si, la verdad es que hay un gran porcentaje de personas abusadoras que han sido abusadas en la infancia, sobre todo en el caso de los hombres. En el caso de la mujer que ha sido abusada de pequeña no es infrecuente que de mayor vuelva a ser víctima de otro abuso y, en cambio, un hombre abusado física, psicológica o sexualmente se convierte en abusador. Es una manera de repetir el proceso del abuso.

C: ?Cuáles son las secuelas de un abuso?

A: Las secuelas de un abuso son muy complejas y pueden ser bastante variadas. Puede aparecer un trastorno por estrés postraumático, que supone toda una sintomatología caracterizada por miedos, pesadillas, agresividad, sensación de estar reviviendo una y otra vez el trauma, imágenes intrusivas, cambios de humor bruscos, problemas para concentrarse, etc. Este trastorno puede tener una duración moderada o puede persistir durante años. Además del estrés postraumático muchas áreas en la vida de la persona se ven afectadas por el abuso. Por ejemplo, en el área de la sexualidad puede haber muchas dificultades para mantener una relación sexual satisfactoria o bien se puede producir hipersexualidad: la persona cree que la única manera de acercarse a los demás es a través del sexo. También puede haber conductas autodestructivas, como automutilaciones, intentos de suicidio, consumo de drogas o de alcohol, trastornos alimentarios, depresiones, ansiedad... Puede plantear sintomatología de gravedad.

C: ?Y exactamente qué aconsejarías a los oyentes que nos escuchan si detectan un abuso, se ha de denunciar, qué han de hacer?

A: En el caso de que cuando se descubre el abuso el niño es menor es bastante importante escucharlo y creerlo, porque si en el momento en que se atreve a desvelar un abuso no se le cree es posible que no lo vuelva a contar nunca más. El niño pensará "me está pasando algo malo y soy yo el que cree que es algo malo porque los demás me dicen que eso no es importante". Esto reforzará más su idea de que es culpable y no debe confiar en sí mismo y en sus propios criterios porque no son fialbes. Por otro lado también es importante buscar la ayuda necesaria para detener el abuso si es que aún se está produciendo y proteger al niño. Una posibilidad es buscar ayuda de un profesional, bien sea psicólogo o médico para que se pueda hacer una exploración al niño y valorar la situación. Al final de este proceso si el profesional encuentra indicios de abuso tendrá que ponerlo en conocimiento del sistema judicial para que se realicen las diligencias oportunas. También las personas que saben que se está produciendo una situación de abuso la pueden denunciar.

C: Explícanos un poco en qué consiste el trabajo terapéutico que hacéis vosotros?

A: Nosotros básicamente trabajamos con mujeres adultas que han sufrido abusos en la infancia, porque el trabajo con niños abusados es muy complejo y ya existe un centro especializado en Barcelona en el que se realiza un trabajo de gran calidad.

Con mujeres adultas el trabajo es básicamente de reconstrucción. Muchas mujeres nunca han podido hablar de lo que les ha pasado y el simple hecho de darle vida, de ponerle palabras ya es algo muy importante. Por otro lado es fundamental que puedan entender su propia experiencia, todos los sentimientos confusos y a veces contradictorios que produce un abuso: muchas mujeres se sienten muy culpables, "culpable porque no me di cuenta de lo que estaba pasando, porque no fui capaz de detenerlo, porque disfruté en algún momento..." y este es un punto muy importante a trabajar, entender que ellas no fueron responsables de lo ocurrido. Otro aspecto a trabajar es la ambivalencia existente en la relación con el agresor: por un lado hay amor porque es alguien importante en su vida y por otro odio porque le ha hecho daño. Por otro lado hay que abordar los problemas concretos que puede haber en el área sexual, o en la relación con otras personas, miedos, etc. las consecuencias concretas que ha tenido el abuso para esa persona, lo qué ha significado en su vida.

C: ?Por qué crees que, en un momento dado, estas mujeres que ya son adultas se deciden a hablar?

A: Muchas mujeres porque se encuentran en un conflicto, por ejemplo se encuentran en una relación de pareja que no funciona y piensan que tiene algo que ver con lo que les ocurrió, otras porque llega un momento en que no pueden más y explotan y otras piden ayuda por otra dificultad, por ejemplo porque tienen un problema alimentario y detrás de eso aparece el abuso.

C: ?Y es posible que esta mujer vuelva a aceptar y a querer a este padre que abusó de ella?

A: No sé si es este el objetivo. Intentamos centrarnos en qué es lo que quiere conseguir la persona que viene a terapia. Hay mujeres que consiguen perdonar al agresor y hay otras que no, pero lo que sí es muy importante es poderse perdonar a sí misma y poder sentirse bien consigo misma.

C: Claro, que no sientan culpabilidad. Antes has comentado que muchas personas no lo explican nunca en su vida. Quizá también es posible que lo olviden ?es cierto que puede pasar eso?

A: Algunas personas lo recuerdan, saben que ha pasado pero lo tienen como "aparcado", experimentan una especie de disociación "como si eso no me hubiera pasado a mí, como si fuera una pesadilla". Pero es cierto que hay personas que no lo recuerdan, que no tienen conciencia de que aquello les ha ocurrido. A veces empiezan a recordar a raíz de un acontecimiento concreto como por ejemplo cuando tienen un hijo que tiene la misma edad que tenían ellas cuando se produjo el abuso, o a partir de una terapia en la que se está trabajando otro problema pueden aparecer recuerdos o la sospecha de que quizá ha habido un abuso, etc.

C: ?Es posible que estas pacientes acepten y superen totalmente el abuso?

A: Un abuso es una experiencia que incide en aspectos centrales de la identidad debido a que se produce en una edad en la que se está formando la personalidad, y un abuso por parte de alguien tan nuclear como un miembro de tu familia rompe cosas muy importantes en la vida de una persona "Si no puedo confiar en mi padre, ?en quién puedo confiar?". Los esquemas que uno tiene del mundo se rompen y, si el abuso ocurre a una edad muy temprana surgen de forma distorsionada (algunas mujeres explican que de pequeñas se preguntaban si aquello era normal, si todos los padres hacían lo mismo con sus hijas). El límite entre lo normal y lo patológico, que varía mucho entre culturas e incluso entre familias, en este tipo de familias es muy difuso. Esto quiere decir que algunos aspectos nucleares de su identidad se construirán en torno a la experiencia del abuso, con lo cual la persona más que superar una abuso yo diría que logra aprender a vivir con él. Es cierto que, aunque no se puede cambiar lo que ocurrió ni borrarlo de la memoria, se puede ver de un modo menos doloroso y se pueden paliar consecuencias concretas del abuso.

C: Por eso me imagino que el primer paso es aceptarlo y reconocer lo que ocurrió para poder vivir con ello, aunque haga mucho tiempo que ocurrió, y buscar ayuda profesional ?es importante y necesario buscar ayuda profesional?

A: Yo diría que en la mayoría de casos sí. Puede haber casos en los que la persona tenga recursos suficientes o su vivencia del abuso ha hecho que no tenga consecuencias tan graves en su vida pero una gran cantidad de personas que han pasado por esta experiencia necesitan algún tipo de ayuda.

C: ?Recomiendas a las personas que han sufrido un abuso que busquen ayuda?

A: Si sienten que solas o solos no avanzan y hay aspectos de su vida que no funcionan desde luego que si.
Tomado de: http://www.facebook.com/AccuseYourAbuser/posts/282472765207683
 

REVELANDO SECRETOS

Hablando de una realidad que hace parte de una cultura de silencio.

Martha Escamilla Rocha

PSICÓLOGA

El incesto, abuso sexual, violaciones, acosos sexuales, suelen ser una de las causas olvidadas u ocultas, que llevan a algunas personas a buscar ayuda psicológica u otro tipo de tratamiento. Muchas personas, que han sufrido abuso sexual, no ven la posible relación entre los síntomas o estrés postraumático que presentan, y el abuso sexual que vivieron cuando niños(as). La mayoría ni siquiera recuerdan que les ocurrió y otras lo recuerdan de manera muy vaga. Algunas pacientes pasan por varios tratamientos y tardan años, antes de revelar que fueron abusadas o recordar lo que les paso, y es que los mismos mecanismos de defensa, que inicialmente protegieron al abusado y encerraran este problema en un lugar, impedirán la recuperación y el cambio, si no recibe el tratamiento adecuado.

Todo abuso sexual es una violación al cuerpo, a los limites y a la confianza. Es una ruptura a los limites personales, emocionales, sexuales y energéticos, que provocan heridas profundas y que dejan cicatrices a nivel físico, emocional, espiritual y psicológico, que producen en la personas una serie de síntomas. Sin embargo, estos síntomas, pueden ser las semillas para iniciar el proceso de recuperación.

El abuso sexual en niños, adolescentes y adultos es más común de lo que se piensa. Estudios muestran que una de cada cuatro niñas y uno de cada ocho niños serán sexualmente agredidos antes de cumplir 16 años. En el 90 por ciento de las veces el abusador es un hombre, y en más de un 80 por ciento de los casos será un conocido.

La mayoría de estos actos quedan impunes, ya que este tema hace parte de un tabú. La ignorancia y falta de compresión de la familia, cultura, sistema, y sistema judicial, quienes muchas veces culpan a la victima y encubren o excusan al abusador, hace que la persona no denuncie el acto, convirtiendo el abuso en un secreto. Existen al menos 10 millones de “sobrevivientes secretos” que llevan la carga de un abuso, nunca compartido.

Muchos niños(as) no hablan, por que temen que si cuentan no les van a creer o les van a culpar, se sienten responsables y avergonzados. En el caso de un hombre es mas difícil contar, por que si un hombre revela que fue abusado sexualmente su "hombría" y orientación sexual pueden ser cuestionadas. Por lo general, la gente asume que cuando un hombre ataca o viola sexualmente a otro hombre, el ofensor es homosexual y la víctima puede llegar a serlo tambien y convertirse en abusador mas adelante. Estas nociones, populares son equivocadas, tienen su raíz en el mito de que el asalto sexual busca principalmente la gratificación sexual, y la gente ignora los asuntos del poder y el control. No todas las personas que fueron abusadas, se convertirán en abusadores, aunque si muchos de los abusadores, fueron abusados de niños.

Consecuencias del secreto o encubrimiento del abusador:

Aunque el abuso sexual es un tabú para muchos, es importante hablar sobre ello, para poder sanar, educar y prevenir, porque de lo contrario:

- El abusador no recibe el castigo y el tratamiento psicológico que necesita. Por ello, los abusos se repetirán.

- La victima no recibirá el tratamiento psicológico adecuado y necesario. Perpetuando los síntomas postraumáticos que vienen después de un trauma, que van a limitarle la vida.

- Las mujeres que tienen una historia de incesto, son más vulnerables a ser victimas de violación, sino son ayudadas.

- Por otra parte, en las familias los traumas tienden a repetirse de generación a generación. En unas familias se ve como la violación o abuso sexual, pasa de una generación a otra, si se deja en secreto y no se hace nada al respecto.

Otro problema grave que se presenta es que hay una fuerte correlación entre abuso sexual o coerción y el sexo de alto riesgo y los embarazos no deseados especialmente en adolescentes.

Por eso es tan importante que hablemos de los abusos sexuales y los reconozcamos como un problema social que hay que abordar

Que es el abuso sexual:

Son actitudes y comportamientos que realiza un adulto (generalmente varón) para su propia satisfacción sexual, con una niña, niño, adolescente, adulto o su propia pareja. Cuando el abusado es un niño(a), el agresor emplea la manipulación emocional como chantajes, engaños, amenazas, violencia, etc. Es importante, considerar que una conducta es abusiva, cuando es vivida y sentida de este modo por la persona, cuando es mirada o tocada de un modo que la hace sentirse intimidada. La victima nunca es culpable. El agresor, siempre es el responsable.

El motivo del ataque sexual, no es primordialmente el placer o la satisfacción sexual del ofensor, sino que tiene que ver con poder, control, dominación y humillación, indiferentemente de sí la víctima es masculina o femenina. El ataque sexual es una forma de violencia en la cual el "sexo" es utilizado como arma contra la persona de quien se abusa, dice Román González.

El ofensor

El violador, no siempre son unos “viejos verdes", que tal vez pensamos, son personas, normales respetadas, incluso aparentan firmes valores morales y religiosos. Como por ejemplo, el padre, tío, primo, hermano, padrastro, abuelo, vecino, dirigente juvenil, maestro, guía espiritual / religioso, medico”.

La mayoría de abusadores niegan el abuso con vehemencia. Sólo bajo evidencias legales y presión, algunos aceptan la acusación parcialmente, pero afirman que, “no fue nada grave, nada de importancia", “no le hice daño”, “la culpa fue suya”, “los niños no sienten”.

Cuando se ven descubiertas suelen afirmar que lo sienten muchísimo, que nunca lo volverán a hacer, que ocurrió porque estaban borrachos o drogados. Los delincuentes sexuales son muy convincentes, hasta tal punto que quizás nos hagan dudar seriamente del menor. Pero recordemos que las niñas y niños no mienten sobre una cuestión tan grave, ya que poco o nada sabían sobre el sexo y su lenguaje.

Los delincuentes sexuales, reinciden y repiten sus abusos, a no ser que intervenga alguien y los frene. Prácticamente ninguno desistirá voluntariamente sino que necesitará una intervención judicial y un tratamiento psicológico, para hacerlo.

A pesar del remordimiento que puedan sentir los delincuentes sexuales, sabemos que suelen reincidir y repetir sus abusos, a no ser que intervenga alguien y los frene. Prácticamente ninguno desistirá voluntariamente sino que necesitará una intervención judicial y un tratamiento psicológico, para hacerlo.

La mayoría de las niñas y niños que están siendo víctimas no se lo cuentan a nadie porque creen que la gente va a pensar que no es verdad o se siente de alguna forma responsables y avergonzados. A veces desconocen incluso el vocabulario necesario para hablar sobre el tema y por lo tanto no pueden expresarse adecuadamente. Aunque generalmente no lo expresan verbalmente, sí lo hacen mediante algunos cambios en su comportamiento.

El abuso sexual tiene diferentes consecuencias:

- Ser violado por un extraño tiene diferentes ramificaciones que ser un violado por un miembro de la familia.

- Ser abusado sexualmente cuando se es niño, es más devastador que cuando se es adulto, por que existe un sentimiento de traición y una relación confusa con el agresor. Cuando se es adulto hay muchos sentimientos, pero la confusión y la sensación de traición no son semejantes.

- Los efectos son diferentes si un niño ha sido abusado una vez, que si es abusado por un periodo largo de tiempo.

- Es más difícil para un hombre que para una mujer, contar que fue violado. “Si un hombre revela que fue abusado sexualmente su "hombría" y orientación sexual son cuestionadas.

Los síntomas más comunes como consecuencia de los abusos sexuales:

Importante anotar, si tiene algunos de estos síntomas, no quiere decir que fue abusado sexualmente, estos síntomas también pueden estar presentes cuando existen otros tipos de trauma.

- Síntomas físicos o enfermedades que no pueden diagnosticar o que no tienen una razón orgánica, como depresión, fobias, ansiedad y problemas psicosomáticos. Debido a estos síntomas la persona puede pensar que se está volviendo loca.

- Inhabilidad para regular el afecto, esto quiere decir que la persona se siente “inundada”, sobrecargada por emociones, o se siente como anestesiada, adormecida, camina por la vida como sin sentimientos, como un robot.

- Enojo, Furia y rabia. La persona que ha sido abusada tiene muchas razones para sentir rabia y enojo. Ha sido herida y maltratada. Estos sentimientos son generalizados.

- Problemas y dificultad de relación con otras personas, social y sexualmente.

- Miedo a la intimidad e incapacidad para poner límites y autoafirmarse. Es demasiado permisiva o rígida en sus limites.

- Odio al propio cuerpo, se siente sucia.

- Desvalorización personal, pobre autoestima.

- Comportamientos auto agresivo, hay mutilación con cortaduras, quemaduras o golpes y realizando intentos de suicidio.

- Abuso de alcohol, nicotina, trabajo, drogas, violencia.

- Problemas de alimentación

- Dificultad para confiar en otros. No tienen sistema de apoyo.

- Confusión.

- Vergüenza.

- Miedo, ansiedad, terror y fobia.

- Temor a perder el control o sienten que no tienen control.

- Amnesia, no recuerda eventos específicos, periodos largo de tiempo o parte de la vida.

- Hipervigilancia, la persona esta siempre alerta, no puede dormir o relajarse.

- Intromisión de imágenes del abuso en estado de vigilia.

- Culpa, esta culpa está basada en la incapacidad de hacer una distinción clara entre el sexo con consentimiento y sin consentimiento. Por otra parte hay personas que pueden sentir placer cuando el abusador, le estimula sus órganos, esto puede crear confusión y culpa. Ellos no entienden que el cuerpo esta diseñado para sentir placer cuando es estimulado en ciertas partes.

- Disociación: la persona se siente como si estuviera fuera del cuerpo. Es como si estuviera observando desde afuera. El niño ve su abuso, como si le hubiera pasado a otra persona, esta fuera de su cuerpo, hay una desconexión.

Esta disociación lo ayuda a sobrevivir, pero debe ser temporal. Hay problemas cuando esta disociación se vuelve como un modo de vida. Por esto las personas dicen que a veces se sienten como estar en un sueño. La disociación puede estar también en partes del cuerpo, hay partes que no siente.

De nuevo si presenta algunos de estos síntomas no quiere decir que haya necesariamente sufrido un abuso sexual, puede ser a consecuencia de otros traumas. Por ejemplo una cirugía, el cuerpo puede sentirla también como algo invasivo y traumático. (si quiere entender por qué, puede leer mi articulo sobre el estrés post operatorio).

Las heridas causadas por abuso sexual, sea este incesto, trauma sexual, violaciones, acoso sexual, molestaciones, o la mezcla de estos, mas los traumas de desarrollo que todos tenemos, en ocasiones nos fuerza a llevar nuestra atención donde la herida esta, por los síntomas que presentamos. El tratamiento toma su tiempo y a veces el camino puede ser largo y doloroso, pero si sanamos nuestras heridas vamos recobrando la inocencia de este niño que se perdió a una edad temprana, empezara de nuevo a sentirse vivo, conectado, aprenderá a estar dentro de su cuerpo de nuevo y relacionarse mejor con otros, a poner limites y empezar a confiar, su creatividad aumentara, se sentirá mejor con usted mismo y muy seguramente descubrirá aspectos maravillosos suyos que había olvidado.

Como parte de su proceso de recuperación es importante que busque un psicólogo que le ayude y con el que usted se sienta bien. Si no conoce a uno, pregúntele a sus amigos si conocen a alguien. Mire si la persona que la está refiriendo realmente ha cambiado con el tratamiento que esta recibiendo, porque puede haber terapeutas muy agradables, pero si no tienen especialidad en trauma, las personas seguirán presentando los mismos problemas. Para trabajar con pacientes que han sufrido trauma y que el tratamiento sea efectivo, el terapeuta necesita saber sobre trauma, tener experiencia y conocer diferentes técnicas, de lo contrario, solo reforzará ciertos patrones.

Llame al terapeuta, hágale preguntas sobre como trabaja, mire si se siente cómoda con el o ella. Es su derecho. Otra cosa importante es que el terapeuta lo apoye en su proceso, le permita sentir lo que esté sintiendo, y no que tenga una agenda, sobre como las cosas deben ser.

Los sobrevivientes pueden andar el camino de diferentes maneras. Unos no van a terapia y continúan viviendo de una forma limitada, otros deciden ir a terapia y ven que “Trauma es un hecho de la vida, sin embargo no tiene que ser una cadena de perpetuidad". P. Levine

¿Que escoge hacer usted?
Tomado de : http://www.facebook.com/AccuseYourAbuser/posts/282469711874655