jueves, 26 de enero de 2017

Condenado a 21 años de prisión por violar a niña durante siete años

La justicia venezolana condenó a 21 años y 8 meses de prisión a un sexagenario por abusar sexualmente de una niña durante siete años, hecho ocurrido en Maracay.
El Ministerio Público informó en nota de prensa que “mediante el acervo probatorio” se logró esta condena contra José de los Reyes Vázquez, que fue acusado por los delitos de abuso sexual a niña en acción continuada y acoso u hostigamiento, previstos en la legislación local. El sentenciado cumplirá su pena en el Centro Penitenciario de Aragua, conocido como cárcel de Tocorón.
El 25 de septiembre de 2015, indica la nota, “la víctima, ya con 13 años, acudió junto a su madre” a denunciar el hecho.
“La adolescente indicó que desde que tenía seis años el hoy condenado abusaba sexualmente de ella cuando le prestaba servicio de transporte escolar desde su residencia situada en la urbanización Caña de Azúcar (…) la joven manifestó que este la amenazaba para que no dijera nada a sus padres”.
Tras ello, la policía científica inició averiguaciones que determinaron la culpabilidad del acusado que fue apresado 40 días después de recibida la denuncia.

miércoles, 11 de enero de 2017

En 7 meses se han reportado 64 casos de abuso sexual infantil en Maracaibo




El 70% de los casos ocurre en el entorno familiar o con un allegado cercano. Cuerpos de seguridad reciben, al menos, cinco denuncias al mes en Zulia.

Isabella (nombre ficticio) tiene cinco años y la mirada perdida. Camina de la mano y al paso presuroso de su abuela materna, al tiempo que arrastra —por un brazo— una muñeca de trapo que pareciera que le impusieran cargar.

Se dirige al consultorio de la psicóloga infantil que la trata desde hace ocho meses. Sus familiares y la experta intentan que sane de un trauma que la mantiene retraída, con pesadillas constantes, irritable, y haciéndose pipi de nuevo en la cama: su papá la violaba desde que cumplió los cuatro.
El caso —al igual que los 64 que registra el Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Cpnna),  en lo que va de año— sucedió en la capital zuliana, el último trimestre del 2015. La pequeña era abusada sexualmente por su propio padre, un médico marabino, cuyo proceso penal no trascendió a “vox populi”.
Los abuelos maternos fueron quienes descubrieron la terrible tragedia, al notar molestia en las partes íntimas de la pequeña cuando la bañaron durante una de las pocas visitas que el galeno permitía a su casa. La niña contó todo. La madre aseguró que no sabía nada.
Los registros de la institución —que vela por la garantía y restitución de los derechos de los menores en Maracaibo— revelan que la situación se repite con mayor frecuencia este año. De las 64 denuncias recibidas por el ente, 70% señala como victimarios a algún miembro directo del entorno familiar, en su mayoría padrastros, tíos, abuelos, primos y padres biológicos; o algún allegado indirecto: vecino o amigo de la familia. Solo en un caso el abusador fue un empleado de un colegio, explica la coordinadora general del Cpnna, Lorena Borjas, quien considera que el delito debe manejarse como un crimen.

El caso más reciente ocurrió el miércoles pasado, cuando un menor de 17 años, presuntamente, abusó de su primita de 12,  en el barrio El Despertar, al oeste de Maracaibo. El muchacho fue golpeado por los vecinos de la comunidad. Murió el jueves en el HUM.

Isabella, o esta menor de 12 años, representan la proporción estimada por la Unicef en los países occidentales: una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños sufren de algún tipo de abuso sexual.

La dramática situación estremece en el Zulia, en donde el secretario regional de Seguridad y Orden Público, Biagio Parisi, estima que se reporta un promedio de cinco de estos eventos al mes; sin tomar en cuenta que el subregistro del delito es mucho mayor por la ausencia de denuncias, escenario que bien claro deja la Unicef cuando destaca que el 60% de los casos queda oculto y solo un tercio de los chicos afectados rompe el silencio.

Andrés (nombre ficticio) no fue parte de ese tercio. El trabajador social, ahora con 27 años, escondió siempre los abusos sexuales que sufrió, por parte de un primo, desde los siete hasta los 11 años. “Él me amenazaba con hacerle lo mismo a mis hermanos menores o hacerle daño a mis papás. Él tenía 16 para entonces. Yo no me atrevía a hablar por miedo. Después, cuando iba teniendo más conciencia, por vergüenza. Fui criado bajo una cultura machista, y pensaba que pedir ayuda para protegerme era un motivo para que los demás me destruyeran”, lamenta ahora, mientras recuerda que la situación cesó cuando se mudaron de ciudad.

Tanto Borjas como Parisi coinciden en que el silencio no debe instalarse. “¡Es necesario denunciar!”, insiste la coordinadora del Cpnna, mientras agrega que debe haber una mejor campaña de prevención del delito y de llamado a no ocultar el crimen.

“Es un tema que tiene que ver con el deterioro de la sociedad, la falta de valores, situaciones puntuales que alteran la conducta, como el consumo de alcohol o drogas. Pero la acción inmediata debe ser la denuncia, sin miedo, ante los organismos de seguridad para que actúen y el violador se dé cuenta de que no es un delito que queda impune”, expone Parisi antes de agregar que así como se ve en zonas rurales y extraurbanas, también se ve en la ciudad, inclusive en las mejores zonas.
Una muestra es reflejada entre las cifras del Cpnna, donde se destaca a las parroquias Cacique Mara y Juana de Ávila con la mayor cantidad de casos en lo que va de año: ocho y siete, respectivamente. “Idelfonso Vásquez” también tiene siete denuncias, al igual que “Venancio Pulgar”. Le siguen las parroquias Antonio Borjas Romero y Cristo de Aranza, con 6. 

“A veces el delito se descubre en audiencias por solicitud de custodia. Y es indagando para otorgar el beneficio cuando sale a relucir que el menor ha sido abusado sexualmente”, revela con asombro la doctora Lisbeth Bracamonte, delegada regional de la Defensa Pública en materia de Protección al Niño Niña y Adolescente, mientras recuerda el caso de dos hermanas, de 13 y 16 años, que eran violadas por el abuelo materno.

“La de 13 era abusada desde los 9 y fue quien se atrevió a hablar”, al igual que un niño de dos años que señaló a su propia mamá. “Ella ya fue imputada. La denunció el abuelo del niño. Cuesta creer que casos así existen”, lamenta.

La abogada penal María Teresa Arrieta destaca que “la  violación en menores es un tema extremadamente delicado por tener la particularidad de ser, algunas veces, manipulado o manipulable”. “Cada situación es muy particular y debe ser muy bien estudiada, tomando en cuenta sus agravantes. Las penas son bastante altas: van de 15 a 20 años de cárcel, según el Código Penal venezolano y la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente”.

Mientras el padre de Isabella se enfrenta a su proceso legal, la pequeña sigue yendo a sus terapias para superar el trauma, uno que jamás se olvida, según los propios expertos en el tema. Otros menores, en peores condiciones, ni siquiera han podido denunciar y siguen siendo víctimas de este delito silenciado.   

Caso Emil Friedman: Al menos 12 niños habrían sido víctimas de abuso sexual



Al menos doce niños, todos de la misma sección de primer grado, habrían sido víctimas de abuso sexual en las instalaciones del colegio Emil Friedman de Caracas, por parte del maestro de natación Richard Marín Torres, quien se encuentra procesado judicialmente por al menos uno de los casos.
La información fue obtenida de manera exclusiva por el portal de investigación La Tabla a través de una agrupación de padres y representantes de la institución educativa, que se ha dedicado a vigilar la investigación iniciada desde finales del mes de junio luego de los padres de un escolar encontraron indicios en su vestimenta íntima que apuntaban a esa posibilidad.
Los datos aportados indican que hay cuatro niños (dos varones y dos hembras) que de acuerdo con exámenes realizados por el Cicpc fueron víctimas de actos que se enmarcan dentro de la tipificación del delito de abuso sexual.
Dos de esos niños han sido sustraídos de la acción jurisdiccional de manera irregular. Uno porque sus padres lo sacaron del país, y otra (una niña) por una acción parecida.
Mientras que otros dos se mantienen relacionados formalmente con el procedimiento. Uno es el niño en torno al cual se hizo la denuncia inicial, y la otra es una niña relacionada de manera especial con la institución educativa porque entre sus familiares hay un trabajador del colegio.
Los otros ocho alumnos han sido examinados por expertos de consultas privadas, quienes han explicado a los padres que presentan características de haber sido sometidos a algún tipo de abuso sexual por parte del mismo docente.
Asimismo el grupo de padres, cuyo vocero exigió no divulgar su identidad, logró contactar a un adulto joven que habría sido víctima, cuando estudió en el centro educativo, del mismo docente, y quien estaría dispuesto a ofrecer su testimonio. Cabe recordar que Marín es maestro en la institución desde hace más de 20 años.
El vocero del grupo de padres también precisó que la defensa del docente imputado ha sido pagada hasta ahora por la dirección del colegio y está a cargo de un cotizado escritorio legal de la capital venezolana.
Precisó que tras determinarse el abuso contra la niña, el director de la institución se vio obligado a reducir el apoyo al imputado y se habría comprometido a retirar el respaldo legal. Sin embargo eso hasta ahora no ha ocurrido.
La pesquisa, con base en los testimonios de los niños, ha logrado determinar que no se cumplían rigurosamente las indicaciones para evitar que los escolares se movilizaran sin vigilancia por áreas de la edificación donde podrían haber sido víctimas del entrenador procesado.

Puntos Que Debes Seguir Para Prevenir Que Abusen Sexualmente De Los Niños

abuso niños

¿Por qué a los niños se les dice que no se suban al coche de un desconocido, pero no se les insiste en que digan «no» a algunas peticiones de personas que conocen?
La reciente detención de unprofesor de Villanueva del Pardillo por abusar sexualmente de siete alumnos del colegio en el que trabajaba ha vuelto a poner encima de la mesa un asunto del que «desgraciadamente» se habla poco, por lo que, según los expertos, «los menores no saben cómo afrontarlo».
Según la psicóloga Pilar Polo, de la Fundación Vicki Bernadet que trabaja en la atención integral, prevención y sensibilización de los abusos sexuales a menores cometidos en el ámbito familiar, «muchos padres no dan las pautas a sus hijos para que aprendan a diferenciar lo que está bien de lo que está mal y evitar, de este modo, que puedan ser víctimas de estos abusos».
No se trata de ser alarmistas, sino de prevenir situaciones que dejan grandes secuelas en los pequeños para toda su vida. «Detectar este tipo de abusos es muy complicado y depende de factores como la edad del niño, el tipo de situación en la que se producen, si hay amenazas…», explica esta experta.
La primera recomendación de Pilar Polo es que los padres mantengan unacomunicación fluida con los hijos y que les observen con atención para poder detectar cualquier cambio de actitud. «Cuando un adulto trata de embaucar con sus “juegos” a un pequeño, el niño se siente importante, muy especial. Cuando se repite en el tiempo el mismo juego, el niño se harta, no le gusta, yempiezan las amenazas para que acceda. El pequeño se siente molesto, preocupado y, de alguna manera, los padres deben percibirlo a través de ciertas señales: está más triste, se enfada con nada, no quiere ir a un determinado lugar, habla menos…».
Margarita García Marqués, psicóloga y fundadora de la Asociación para la Sanación y Prevención de Abusos Sexuales en la Infancia (Aspasi), añade que también hay que transmitirle respeto por el cuerpo. «Si una persona mayor le coge del moflete, le hace cosquillas o le pide que le dé un beso, y el menor no quiere, los padres no deben obligarle por mucho que se trate del abuelo. Los niños deben observar que los padres están de acuerdo con que no se les toque y les servirá de ejemplo para decir “no” en el momento adecuado». Del mismo modo, hay que enseñarle que las partes íntimas nadie debe tocarlas excepto si es el médico, y delante de papá y mamá.

«Guardar el secreto»

Destaca, además, la importancia de hacerles identificar qué cosas les hacen sentir bien y cuáles mal «para que sepan expresar sus sentimientos con facilidad y no se oculte una información tan valiosa y con tan graves consecuencias. Si los padres saben escuchar y tener la paciencia suficiente su hijo poco a poco irá exprensado su sentir».
García Marqués explica que una de las formas más fáciles de tener a los niños contentos es haciéndoles regalos. «Por eso es crucial que sepa diferenciar un regalo de un soborno, en el que se le da algo a cambio de un favor, y explicarle que no debe aceptarlo».
«Guardar el secreto» es otra de las tácticas que emplean la mayoría de los pederastas. Hay que hacerle comprender al menor que hay secretos malos «los que le hacen sentir mal» y debe contarlosa sus padres. Lo hará siempre si se ha generado el ambiente necesario y se le previene de que «aunque sea malo siempre te vamos a querer y proteger», explica la fundadora de Aspasi.