El Día Internacional de la Familia se celebra cada año el día 15 de
mayo desde 1994. Esta fecha fue proclamada en 1993 por la Asamblea
General de las Naciones Unidas (A/RES/47/237)
haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga
a la familia. El Día Internacional de la Familia es la ocasión propicia
para promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos
sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante
núcleo de la sociedad.
En la resolución A/RES/62/129 la Asamblea General también observó que que las disposiciones
relacionadas con la familia que figuran en los textos aprobados en las
grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas celebradas en el
decenio de 1990 y en sus procesos de seguimiento continúan
proporcionando orientación normativa sobre la manera de reforzar los
componentes de las políticas y los programas centrados en la familia,
como parte de un enfoque amplio e integrado del desarrollo.
La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio —que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de consanguinidad, como la filiación
entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos
que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia
según el grado de parentesco entre sus miembros.
No hay consenso sobre la definición de la familia. Jurídicamente está
definida por algunas leyes, y esta definición suele darse en función de
lo que cada ley establece como matrimonio. Por su difusión, se
considera que la familia nuclear derivada del matrimonio
heterosexual es la familia básica. Sin embargo las formas de vida
familiar son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales,
económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social,
tiende a adaptarse al contexto de una sociedad. Esto explica, por
ejemplo, el alto número de familias extensas en las sociedades tradicionales, el aumento de familias monoparentales en las sociedades industrializadas y el reconocimiento legal de las familias homoparentales en aquellas sociedades cuya legislación ha reconocido el matrimonio homosexual.
La familia es considerada la base de la sociedad.
La familia es el lugar de crecimiento, donde encontramos protección y seguridad.
Que pena me da... La base de la sociedad, lugar donde encontramos protección y seguridad... Y quien se supone que provee esa protección y seguridad? Los padres, pero cuando estos no estan capacitados psicologicamente para hacerlo entonces quien protege a los menores? Uno de los padres ha de ser quien lo haga, pero a veces ninguno de los dos lo hace. He pensado que a veces la madre de una familia donde se comete abuso sexual infantil no suministra la seguridad requerida por sus hijos como debe ser. ¿Por qué? Por miedo, verguenza, terror, temor a perder a su pareja, temor al que diran, temor a dañar o perder la imagen de familia, la base de la sociedad...
El Día Internacional de la Familia es una oportunidad
en todo el mundo, para que las familias demuestren su solidaridad y
reflexionen sobre cómo mejorar la relación entre todos sus miembros. El papel de la familia es esencial en la recuperación física y emocional del niño que ha sufrido de abuso sexual. La atención que se le ha de proporcionar a este niño no debe
únicamente centrarse en el cuidado de sus lesiones físicas, sino debe
ser coordinada entre distintos profesionales dándole también atención
psicológica. El niño que sufre o sufrió algún abuso sexual sufrirá
consecuencias de corto y de largo plazo.
Es esencial el papel de la familia en la protección y seguridad de un niñ@ que es abusado sexualmente dentro de su propio hogar y por un familiar. Pero que pasa cuando la familia se hace de la vista gorda? Cuando la familia vive su día a día como si nada ocurriera, mientras que ese pequeño ser sufre las atrocidades y perversiones de un degenerado?
A eso se le puede ver como la base de la sociedad? Existen millones de familias que viven con un pervertido y niñ@s que sufren el A.S.I. durante meses o años sin que la familia le brinde la seguridad y protección que necesitan.
El 15 de mayo pensé durante todo el día y hasta el día de hoy en el que logro escribir esto, sobre la importancia de la familia. Que Dios bendiga a las familias que a pesar de los escasos recursos económicos, de la precaria situación en la que puedan vivir, de los problemas y discusiones, brindan a cada uno de sus integrantes la seguridad y protección que necesitan.
La familia incestuosamente abusiva que controla y vigila la
totalidad de las actividades de sus miembros no puede ser la base de una sociedad.
En el abuso sexual, las experiencias
extremas son el goce sexual, la manipulación de los lazos afectivos, un
discurso culpabilizante, la obligación del silencio y del secreto. Las
consecuencias de ello son la aparición de efectos traumáticos (angustia,
miedo) y también la adaptación de la niña y niño a la situación,
teniendo en cuenta su dependencia del abusador y el proceso de sumisión y
manipulación que éste le impone.
Los efectos de la traumatización se
manifiestan rápidamente una vez comenzado el abuso, pero la víctima, a
pesar del sufrimiento, mantiene una distancia con respecto a su
abusador. El carácter traumático del abuso sexual es porque el actuar
del adulto se sitúa fuera del cuadro habitual del niño. Ello altera la
percepción y emociones respecto a su entorno, crea una distorsión de la
imagen que tiene de sí mismo, de su visión de mundo y de sus capacidades
afectivas. El niñ@ sabe que algo anda mal, que no está bien la situación que está viviendo, aunque no logre entenderlo. Espera recibir ayuda de parte de su familia, y a cambio solo recibe silencio...
Así que mientras ese niño o niña espera recibir ayuda soporta los constantes abusos físicos y psicológicos... Es un proceso recurrente y progresivo, el
niño vive con el temor de su repetición, ello amplía la angustia y agota
las reacciones defensivas más estructuradas. El agresor es parte de su
"cuerpo familiar", el niño no puede nombrarlo o denunciarlo.
Nadie lo ayuda...
Los niños de los que se abusa sexualmente
presentan una hipersensibilidad frente a diversos estímulos que les
recuerdan los hechos abusivos. Las reminiscencias de los acontecimientos
traumáticos se expresa por medio de estados disociativos.
¿QUÉ ÉS DISOCIACIÓN?
De acuerdo con Putnam (Putnam, 1994), disociación es un proceso que
produce una alteración en los pensamientos, sentimientos o actos de una
persona de forma que, durante un periodo de tiempo, ciertas
informaciones que llegan a la mente no se asocian o integran con otras,
como sucede en condiciones normales.
Por otro lado, M. Steinberg (Steinberg, 1994) comenta que las experiencias disociativas se caracterizan sobre todo por una “compartimentalización de la consciencia”. Esta expresión se refiere al hecho de que ciertas experiencias mentales de las que se espera normalmente que se procesen juntas y al mismo tiempo (pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos y el sentido de la identidad), se encuentren aisladas funcionalmente unas de otras permaneciendo en algún caso inaccesibles a la consciencia o a su recuperación mnésica voluntaria. Más abajo comentaremos las ideas de Holmes et al. (2005) y Cardeña (1994) al respecto.
Por otro lado, M. Steinberg (Steinberg, 1994) comenta que las experiencias disociativas se caracterizan sobre todo por una “compartimentalización de la consciencia”. Esta expresión se refiere al hecho de que ciertas experiencias mentales de las que se espera normalmente que se procesen juntas y al mismo tiempo (pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos y el sentido de la identidad), se encuentren aisladas funcionalmente unas de otras permaneciendo en algún caso inaccesibles a la consciencia o a su recuperación mnésica voluntaria. Más abajo comentaremos las ideas de Holmes et al. (2005) y Cardeña (1994) al respecto.
Por otro lado, la última revisión del DSM IV postula que “…disociación es el proceso en el cual las funciones normalmente
integradas de la consciencia, identidad, memoria o percepción del
ambiente están interrumpidas”. A su vez la OMS (CIE 10, 1992) sostiene
que los Trastornos Disociativos poseen un rasgo común consistente en
“la pérdida parcial o completa de la integración normal entre ciertos
recuerdos del pasado, la consciencia de la propia identidad, ciertas
sensaciones inmediatas y el control de los movimientos corporales”.
Más recientemente, Butler, Duran, Jasiukaitis, Koopman y Spiegel
(1996) ven en la interrupción de la atención y del control voluntario un
elemento central en la definición de disociación.
En este sentido, la disociación puede ocurrir en el ámbito de la
percepción (p.ej. atención focalizada como en la absorción), conducta
(p.ej. acciones automatizadas como conducir un coche), afecto (p.ej. el
embotamiento de la respuesta emocional ante circunstancias abrumadoras),
memoria (p.ej. amnesia de acontecimientos traumáticos) e identidad
(como la inseguridad respecto de la propia identidad durante una
despersonalización).
En adolescentes puede darse el
consumo de drogas, como equivalente, desafiando a la droga y
experimentar la sensación de controlarla; y además por su efecto que le
da la sensación de goce comparable a la que el abusador les había hecho
sentir.
También la víctima puede presentar
un síndrome persistente de hiperactividad e hipervigilancia,
dificultades para conciliar el sueño, terrores nocturnos, dificultades
de concentración y para terminar una tarea, comportamientos agresivos.
En situaciones menos graves la víctima muestra un carácter irritable,
con dificultad para adaptarse a los cambios y manejar la frustración e
imprevistos, por miedo a perder el control y no controlar las emociones.
En casos más graves, en que la víctima recibió abusos por largo tiempo,
y sobre todo con violencia física, hay frecuentes explosiones de cólera
imprevisibles, es el miedo el que desencadena la agresividad.
Asustada por el fenómeno de
revivificación, la víctima trata de evitar pensamientos y sentimientos
asociados a los abusos. Sus mecanismos defensivos hacen reducir
contactos con el mundo exterior, es la "anestesia psíquica y emocional" o
el estado de evitación e insensibilidad. Los síntomas son: resistencia a
determinado lugar, aislamiento social con tendencia a replegarse y
detenciones bruscas en juegos habituales, pérdida de interés en
actividades que eran atractivas antes del abuso.
Disminuye la capacidad de sentir
emociones asociadas a la intimidad, contacto físico y sexualidad. En
edad escolar aparecen trastornos de aprendizaje con caída brusca del
rendimiento, perturbaciones en la concentración y memoria, sobre todo
ligadas a los acontecimientos traumáticos. La no-simbolización en la
memoria de la experiencia, crea luego dificultades para describir con
detalle las circunstancias del abuso.
La víctima, para resistir la
agresión, utiliza estos mecanismos disociativos, entregando su cuerpo al
agresor, porque no tiene otra alternativa, pero refugiándose en su
pensamiento.
La víctima es objeto de un proceso
de "resocialización secundaria" bajo la influencia de su abusador. La
víctima se adapta a la intimidad de este proceso tratando de salvar lo
que le es posible salvar. El niño o niña cree que por su culpa la familia se acabará y creyendo que la salvará, calla.
El abusador intenta aislar a la
víctima de su entorno inmediato, responsabiliza a la madre saboteando la
confianza en ella de la víctima y amplía su aislamiento, "si le cuentas
a tu madre no te creerá" o "ella sabe muy bien de esto". El abusador
también crea un clima de terror con amenazas físicas, de asesinato
colectivo a toda la familia, suicidio, etc. Entonces la resocialización
forzada es resultado del contenido de los mensajes y del carácter
paradójico de la comunicación con el abusador, y comunica su drama con
trastornos de comportamiento que denuncia en forma encubierta.
Así, el niño preescolar y escolar
tiene dificultad para percibir su situación como abusiva y anormal, y
como resultado recibe una revelación tardía y no convincente. Por su
parte los jóvenes poseen vocabulario y nivel de desarrollo que les da
más autonomía e independencia, pero el abuso los ha perturbado
gravemente, por eso la denuncia es impulsiva, no reflexiva y a menudo
poco convincente.
En otros casos, la víctima tiene un
funcionamiento bien adaptado a nivel familiar y escolar y aparece
externamente como un niño normal, sin problemas, lo que dificulta la
credibilidad de su revelación. A veces tratan de convencer a la víctima
del carácter imaginario del contenido de su experiencia. Las enormes
dificultades del niño para romper la ley del silencio y el aislamiento
son mal aceptadas por los adultos, es difícil creer que la víctima haya
podido tolerar la situación tanto tiempo sin decir nada, pero se olvida
que el niño está atrapado por alguien que, por su posición y rol, tenía
la función de educarle y protegerle.
Luego de denunciar hay alto riesgo
de retracción, depende de las intervenciones exteriores a la familia,
cómo escuchen, asistan y protejan a la víctima y su revelación. La
denuncia fuera de la familia supone una perturbación que hace peligrar
la homeostasis familiar y también de los sistemas institucionales que
rodean al nño (en los cuales deposita su secreto).
La crisis de divulgación puede ser
insoportable para todo implicado y dirigen mensajes directos o
indirectos a la víctima, para obligarle a callar o retractarse, y la
víctima sacrifica la ilusión de salvar una vez más lo que se pueda
salvar, nuevamente se ofrece para mantener el "equilibrio familiar" (pero no es él quien debe mantener ese control) y
del entorno social, preservando la homeostasis familiar y de los
sistemas implicados, puede incluso vivir su retracción como un alivio.
No hay niño preparado
psicológicamente para hacer frente al estímulo sexual. El niño que es
víctima de un abuso prolongado, usualmente desarrolla una pérdida de
autoestima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una
perspectiva anormal de la sexualidad. Puede volverse muy retraído,
perder la confianza en todos los adultos y hasta llegar a considerar el
suicidio. Pueden también tener dificultades para establecer relaciones
con otra personas, a menos que tengan una base sexual. Algunos niños
abusados se convierten en adultos que abusan de otros niños o ejercen la
prostitución.
Y todo esto lo generó la familia, LA BASE DE LA SOCIEDAD, por un lado el agresor y por el otro los complices por omisión...
Ayuda de http://www.inocenciainterrumpida.net/sobreasi/consecuencias.htm
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