lunes, 27 de febrero de 2012

EL QUE TIENE RABO DE PAJA NO SE ACERCA A LA CANDELA... NO JUZGUES...

    "Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en si mismo" Sófocles.
     
    Palabras sabias:  mi hija pensó en ella, yo pensé en mi hija, él perpetrador solo pensó y sigue pensando en él,  ella (mi hermana) pensó en sus hijos y en su ex, mis hermanas (las otras) pensaron solo en una de sus hermanas, mi madre aún no se en quien pensó, mi padre solo piensa en él... y los vecinos solo en juzgar sin ver antes su rabo de paja...
    Creo que poco a poco iré superando todo ya puedo hablar con más tranquilidad, y cuando digo esto me refiero a el poder hablar y ya no llorar como antes. Esta noche hablé con una persona que no imaginé en nigún momento que pudiera hacerlo, y me hizo mucho bien saber que sí hay personas que te entienden a pesar de saber que los vínculos familiares son grandes y fuertes... Pero como le dije una vez a mi madre, nunca fuimos realmente una familia unida, porque de ser así este problema no nos hubiese separado, al contrario nos hubiese unido mas... Como dijo la Psicólogo somos una familia de transición esquizofrenica.... :-( suena triste decirlo pero hay que aceptar la verdad... Gracias a los que se toman el tiempo para leer lo que escribo, gracias por comentar...

    Como una sobreviviente de abuso sexual,  Dios me promete que cuando me presente ante él, obtendré un nuevo comienzo. En Jesucristo, ¡me convertiré en nueva criatura! 2 Corintios 5:17 dice: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” La Palabra de Dios dice que en Jesucristo somos vencedores: “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (Romanos 12.21). Dios ya hizo la obra por nosotros y él nos ama tal como somos.

   Como una sobreviviente de abuso sexual, enfrentaré muchas cosas. Aprenderé a vivir como una nueva criatura, es como para un bebé aprender a caminar. El bebé lo hace un paso a la vez.
    Físicamente, me quedan las lesiones y llevaré las cicatrices a lo largo de mi vida. Pero Dios me promete que él estará ahí y nunca me abandonará. “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5). Él estará cuando mi mente recuerde episodios y cuando mi mente, voluntad y emociones estén en oscuridad y desesperación. Cuando sufra angustia mental y condenación, Dios está ahí.

   Como sobreviviente de abuso sexual, tendré dificultad para reconciliar mis pensamientos y sentimientos con el amor y la aceptación. Debido a mi pasado, conoceré sentimientos que combaten, hieren y dañan el corazón y el alma. Nadie ha tenido las experiencias que yo y otros abusados hemos tenido. Pero hay esperanza.

    Dios envió a su hijo a morir por nosotros (Juan 3:16) y por eso sabemos que somos valiosos y apreciados. Como sobreviviente de abuso sexual, este concepto es difícil de arraigar en mi mente, pero es necesario si voy a pasar de ser un sobreviviente, a ser un vencedor.

    La esencia de la superación es darse cuenta que el amor y la aceptación son esenciales para nuestra sanidad. No puedo hacer esto en mis propias fuerzas; de hecho, es imposible. Mateo 19:26 dice: “Para los hombres es imposible, mas para Dios todo es posible”. 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario