EL ABUSO SEXUAL EN NIÑOS
Se reportan más de 80,000 casos al año de abuso sexual a los
niños/niñas, pero el número de casos que no se reporta es aún mayor, ya
que los niños tienen miedo de decirle a alguien lo que les pasó y el
proceso legal para validar un episodio es difícil. El problema debe de
ser identificado, debe de ponerse fin al abuso y el niño debe de recibir
ayuda profesional. El daño emocional y sicológico a largo plazo debido
al abuso sexual puede ser devastador para el niño.
El abuso
sexual a los niños puede ocurrir en la familia, a manos de un
padre/madre, un padrastro, hermano u otro pariente; o fuera de la casa,
por ejemplo, por un amigo, un vecino, la persona que lo cuida, un
maestro o un desconocido. Cuando el abuso sexual ha ocurrido, el niño
puede desarrollar una variedad de sentimientos, pensamientos y
comportamientos angustiantes.
No hay niño preparado
sicológicamente para hacerle frente al estímulo sexual repetitivo. Aun
los niños de dos o tres años que no pueden saber que la actividad sexual
es incorrecta, desarrollarán problemas como resultado de su inhabilidad
para hacerle frente a la sobre-estimulación.
El niño de cinco
años o más que conoce y aprecia al que lo abusa se siente atrapado entre
el afecto y la lealtad que siente hacia esa persona y la sensación de
que las actividades sexuales son terriblemente malas. Si el niño trata
de romper con las relaciones sexuales, el que lo abusa puede amenazarlo
mediante la violencia o negándole su afecto. Cuando los abusos sexuales
ocurren en la familia, el niño puede tenerle miedo a la ira, los celos o
la vergüenza de otros miembros de la familia, o quizás puede temer que
la familia se desintegre si se descubre el secreto.
El niño que
es víctima de abuso sexual prolongado, generalmente desarrolla una
pérdida de autoestima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere
una perspectiva anormal de la sexualidad. El niño puede volverse muy
retraído, perder la confianza en todos los adultos y puede llegar a
considerar el suicidio.
Algunos niños que han sido abusados
sexualmente tienen dificultad para establecer relaciones con otras
personas a menos que estas relaciones tengan una base sexual. Algunos
niños que han sido abusados sexualmente se convierten en adultos que
abusan de otros niños, se dan a la prostitución, o pueden tener otros
problemas serios cuando llegan a adultos.
Muchas veces en el
niño no hay señales físicas de abuso sexual. Algunas señales sólo pueden
ser reconocidas mediante un examen físico por un médico.
Los niños abusados sexualmente pueden desarrollar lo siguiente:
interés poco usual en, o el evitar, todo lo de naturaleza sexual
problemas con el dormir o pesadillas
depresión o aislamiento de sus amigos y familia
comportamiento seductor
decir que tienen el cuerpo sucio o dañado, o tener miedo de que haya algo malo en sus genitales
negarse a ir a la escuela
delincuencia/problemas de conducta
secretividad
evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías
agresividad poco común
comportamiento suicida
Los que abusan sexualmente de los niños pueden hacer que el niño se
muestre extremadamente temeroso de revelar las acciones del agresor y,
sólo cuando se ha hecho un esfuerzo para ayudarlo a sentirse seguro,
puede el niño hablar libremente. Si un niño/niña dice que ha sido
molestado sexualmente, los padres deben tratar de mantenerse calmados y
hacerle sentir que lo sucedido no fue culpa suya. Los padres deben de
llevar al niño para que le hagan un examen médico y a una consulta
siquiátrica.
Los padres pueden impedir o disminuir la oportunidad del abuso sexual:
diciéndole a los niños: si alguien trata de tocarte el cuerpo y de
hacerte cosas que te hacen sentir raro, dile que NO a la persona y ven a
contármelo enseguida
enseñándole a los niños que el respeto a los
mayores no quiere decir que tienen que obedecer ciegamente a los adultos
y a las figuras de autoridad; por ejemplo, no les diga: siempre tienes
que hacer todo lo que la maestra o el que te cuida te mande a hacer
estimulando los programas profesionales del sistema escolar local para la prevención.
Los niños que han sufrido abusos sexuales y sus familias necesitan
evaluación y tratamiento profesional inmediato. Los siquiatras de niños y
adolescentes pueden ayudar a los niños que han sido abusados a
recuperar su sentido de autoestima, a sobrellevar sus sentimientos de
culpabilidad acerca del abuso y a comenzar el proceso de superación del
trauma. Estos tratamientos pueden reducir el riesgo de que el niño
desarrolle serios problemas cuando llegue a adulto.
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