martes, 14 de agosto de 2012

QUITALE EL ANTIFAZ A TU PEDERASTA.


 

Un pederasta, ese monstruo que abusa de niñ@s inocentes, ese que puede ser tu mejor amigo, vecino, tío, padre o abuelo. Ese que puede estar mas cerca de lo que piensas. Quitarle su careta como yo hoy se la quito al mio. Provenía de una familia desorganizada, muy ocupada para dar cariño a hijos que no querían.. Carente de afecto él era perfecto. Muchas veces era nuestro cuidador, era respetado, admirado y muy querido. Impensable que tuviera un antifaz que le quité. Solo tenía cuatro años cuando se ganó mi amor y confianza, era de mi propia sangre. A base de cariño me dio la golosina que carecía, fue poco a poco ganando terreno. Era la que menos cuidaban, dejaban al libre albedrío que creciera sola y con él no me sentía así. Creció la confianza y familiaridad. Así comenzó mis abusos sexuales. Cuando me resistía y trataba de huir nació el miedo a él. Recuerdo una tarde en la que nos reunió y despellejó y destripó a dos conejos delante de nuestros ojos y nos dijo que si hablábamos nos haría igual. En ese momento supe que no era la única y qué era el miedo. Cada vez que me rozaba me paralizaba. Cuando estábamos toda la familia se comportaba como el mejor, el mas adorado y respetado era como si le diesen consentimiento de hacerlo. Un día, levantó mi falda delante de mis padres y cosa de bromas dijeron. El era el poderoso y yo la aterrada. Sentía que me votaban a sus manos cada día. Desamparada y desprotegida pasé a ser una víctima. No había a quien contarle, todos le adoraban y nunca me creían cuando trataba de hacerlo. El era ante los demás coherente, suspicaz y precavido pero detrás era un monstruo, déspota y cruel. Ponía su careta para tapar un horror y se la quitaba para disfrutar de sus logros. A medida que crecía le costaba más pillarme. Trataba de esconderme, de correr, de gritar pero en ocasiones me alcanzaba. Usaba su superioridad ante mi en cada bago intento de esquivarlo. Sin aliento buscaba refugio pero los monstruos salen de cualquier rincón para una niña. Labró mi mente en que las niñas buenas hacían eso y no lo contaban, que si lo hacía sería castigada y degollada como la imagen que jamás borraré. Un día, trágico, me llevó al monte de paseo, allí consumó completamente sus abusos sexuales, me limpió como pudo pero mi ropa quedó manchada de sangre y se puso nervioso, en eso llegaba su esposa y corrió fingiendo que se caía le hizo la zancadilla y se hizo una brecha, utilizó el paño con el que me había limpiado y me dijo que le ayudara así tapó su crueldad disimulando con la herida y nadie sospecho que estuviera manchada de sangre. Las otras veces se las ingenió mejor. Por supuesto murió mi inocencia e infancia, me privó del derecho a perder mi virginidad con quien quisiera, cambie de conducta radical pero nadie se percató de ello, meaba la cama, tenia pesadillas, era agresiva, solitaria y apenas comía. Por ello desde mi testimonio, para que sirva para algo, fíjate con quien dejas a tus hijos y si notas cambios en ellos. Quien menos te esperas puede ser un asqueroso pederasta y hay que quitarles los antifaces para que se acabe de una vez. Se desconfiado porque pensar mal a veces se acierta. No dejes de dar cariño a tus hijos para que nadie se los gane con su carencia. Habla mucho con ellos para que sepas escucharles y ante el mínimo indicio reacciona.

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