miércoles, 15 de mayo de 2013

¿Por qué los niños no divulgan que han sido abusados sexualmente?

Explicaciones de los expertos sobre la falta de comunicación de los niños
Existen múltiples razones por las cuales cada niño que padece de abuso sexual no dice nada al respecto. Pero si un niño no divulga lo ocurrido hasta años después, no significa que sus padres lo han descuidado o lo han criado incorrectamente.

Hablar con naturalidad :

Jill Starishevsky, fiscal neoyorquina especialista en casos de abuso infantil y crímenes sexuales y autora del libro "Mi cuerpo me pertenece" dice que una de las principales razones porque los niños no divulgan lo que les ha pasado a ellos o a otros, es porque nadie, ni sus padres, ni sus maestros, ni sus amigos, ni sus hermanos están hablando del tema con mayor naturalidad. Starishevsky quien es madre de tres niños y ha trabajado de cerca con las víctimas infantiles de abuso sexual por más de una década, asegura que la incomunicación es un factor clave y común en la mayoría de los casos.

Parte del fenómeno se debe a que después de todo, el sexo y la sexualidad son privados y el abuso sexual se nutre de la privacidad y el secreto que rodea el tema, y el tabú que acompaña el hablar abiertamente sobre este tipo de agresión.

"Si no le estamos hablando a nuestros propios niños [sobre el abuso sexual] ellos a su vez no nos están contando lo que les ocurre", asegura Starishevsky quien explica que por años presenció con asombro cómo los niños víctimas de abuso sexual mantenían silencio porque nadie les hablaba del tema y se aislaban por temor. También comenta que siguió casos asombrosos en los cuales niños que por años fueron victimizados, espontáneamente comunicaron su problema con la intervención y la pregunta oportuna de una tercera persona.

No existe un solo factor:

Según la Red Nacional de Estrés Traumático Infantil existen múltiples factores que inciden en el niño y en su capacidad de comunicar que ha sido agredido, pero la respuesta tardía en ocasiones resulta como parte de las reacciones normales del trastorno por estrés postraumático que cualquier víctima sufre después de una agresión física. Los niños por lo común tienden a desligarse u olvidar lo ocurrido y no cuentan, ni reviven el abuso hasta que llegan a la adultez. Si los niños están en edad pre-escolar o en primaria simplemente lo olvidan.

Casos extremos

El caso de tráfico humano de niños y el abuso sexual, es una situación bastante compleja especialmente debido al daño físico y psicológico de las víctimas infantiles. Unicef recomienda que este tipo de abuso sexual, es decir que el niño vive por medio del tráfico humano, es vital que sean directamente los médicos los que traten la víctima, ya que el niño necesitará de atención médica urgente, apenas horas después de su rescate.

Cifras

En Estados Unidos según reportes de la Asociación Americana de Pediatría (APA) 25% de las mujeres adultas y 10% de los hombres adultos recuerdan haber sido agredidos sexualmente cuando eran niños o adolescentes. Los estudios en el tema reportan que la victimización puede suceder a cualquiere edad, pero sucede con mayor frecuencia entre los 8 y 12 años de edad. Aunque la mayoría de las víctimas son niñas, los varones también son agredidos. Igualmente, aun cuando personas desconocidas a la víctima también agreden sexualmente a los niños, 93% de los casos los agresores del abuso son conocidos del niño o una persona que está encargado de su cuidado, alguien a quien el niño le tiene confianza.

Es un tema tabú, que nadie quiere enfrentarlo hasta que pasa, explica Starishevsky. Pese a que por años los niños han sido agredidos, como ha sido el más reciente suceso reportado en la escuela Miramonte en la ciudad de los Angeles, los expertos insisten que hablarle de forma preventiva y acorde con la edad de cada niño sobre qué es el abuso sexual es saludable y ofrece una protección de todo aquel que quieran hacerle daño.

A continuación cito algunas de las razones qué llevan a los niños a no divulgar que son víctimas de abuso sexual:

Las razones más citadas por la Asociación Americana de Pediatría (APA) y la Red Nacional de Estrés Traumático Infantil son:

Se sienten mal o confundidos por lo ocurrido y no comprenden a plenitud qué es el abuso sexual.
Aún no tienen la capacidad verbal o la madurez psicológica para describir lo que les está pasando o entender que no está correcto, especialmente si se trata de niños en edad pre-escolar o en escuela primaria.
El efecto por el trastorno por estrés postraumático hace olvidar la agresión. Normalmente los niños no divulgan lo ocurrido hasta que son adultos.
Han sido amenazados o chantajeados por el agresor y temen que el agresor les hará daño a ellos o a su familia.
Temen que nadie les creerá, que los culparán de lo ocurrido y se meterán en problemas.
El agresor lo ha convencido que es su secreto, en un juego privado y que deben callar.
Temen que divulgar lo ocurrido afectará negativamente a la familia, especialmente cierto si el agresor es un miembro de la familia o un amigo.
Temen que serán separados de su familia si dicen lo que les ha pasado.
 
Según el Centro para el Control y prevención de Enfermedades (CDC) el costo financiero del maltrato infantil en Estados Unidos es de $124 mil millones. Las agencias estatales y locales reciben más de 3 millones de reportes de maltrato infantil al año, lo cual representa 6 reportes por minuto, de abusos físicos, incluido el abuso sexual, el emocional y por negligencia.

Tomado de: http://www.facebook.com/AccuseYourAbuser?ref=ts&fref=ts

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