domingo, 23 de septiembre de 2012

Era broma…

Es curioso esto de la “verdad” porque no tengo pruebas físicas para demostrarlo. No tengo más que mis secuelas y mis miedos, mis recuerdos. Cuando tenía 21 años se lo conté a mi madre y ella  no lo creyó, no podía haber sido verdad, se daría cuenta por la sangre, me dijo. No hubo sangre, pero hubo abuso sexual. Pero sus dudas duraron poco tiempo y dijo “¿Pero no puedes superarlo?” Y se enterró el asunto en esa cultura de silencio en el que  vive en mi familia. Si no hablas de ello no existe.
Lo curioso es que después cuando supo que era lesbiana pasó por la fase de: “es que estás confundida se te pasará”, como quien tiene un catarro. En una de estas absurdas discusiones de mis “dudas” sobre mi sexualidad llegó incluso a justificar mi confusión: “Es por lo que te pasó” . Es decir, validó lo que le dijé  de los abusos pero lo ocultó y lo negó cuando le hacía falta. Sé a ciencia cierta que si le preguntara si recuerda la conversación dirá que no, que nunca supo de esas cosas.
Nunca he dudado de que ocurrió. El coraje de sanar habla de la necesidad de creer en lo que ocurrió. Nunca lo negué  mi afán siempre ha sido encerralo lo más  profundo posible de mi cerebro.
“Tengo todos los síntómas típcos del abuso sexual: sentimientos suicidas, huida, una gran tolerancia al dolor, evasión mental, incapacidad para triunfar, negación , permamente aislamientos” pag 130
Tengo mis secuelas y mis escritos como pruebas. Pero ¿ cómo demostrarlo cuando eres una niña? Si a los 21 me encontré con esa situación y a los 35 me hablan de falsos recuerdos.¿Qué hubieran dicho? Fantasías de una niña, ahora fantasías de adulta. Cómo no vamos a callar… a todo lo que sufrí tengo que aguantar que me llamen mentirosa o loca.
Con esto de los falsos recuerdos empezó la terapia el año pasado con una psicóloga con la que duré unos meses. Ella no me conocía de nada, ni sabía de mi historia. No habíamos llegado a esa intimidad.”Los misterios de la memoria”. Me hubiera gustado pegarle un puñetazo, lo cuál quizás  hubiera estado bien porque normalmente llegó a hacerme daño a mí, nunca a los demás.
Cuando dije que era gay, todo mi entorno me dijo que no,  que estaba confundida por los abusos sexuales, necesité  probarlo y curiosamente, en  el caso de mi madre fue necesaria una visita al ginecólogo.  Cuando dije que había sufrido abusos sexuales, que en realidad es un falso recuerdo, una fantasía.
Es el colmo que te digan qué eres o no eres. Me he tenido que estar defendiendo siempre y justificado mi vida y mi identidad, no me extraña que tenga una percepción borrosa de mí. He tenido que defenderme de la locura, del dolor, de la angustia y….
NO SOY UNA ENFERMA MENTAL, SOY UNA VÍCTIMA DE ABUSOS SEXUALES
NO SOY UNA ENFERMA MENTAL, SOY HOMOSEXUAL
Estos años he estado enferma y mi relación con los médicos ha sido  muy  parecida.Parece ser que las personas de fuera de  mi cuerpo saben más que yo, de lo que me pasa por dentro, porque no le cuadraba en su libro o a otros no le cuadra en su tranquilidad. Uno me preguntába “¿cuándo sufre rigidez?” “Por la noche” “¿Por la mañana?” “No, por la noche” Y veo como de puño y letra escribe por la mañana. ¿Cómo es posible que la gente tenga la capacidad de sentir, de saber y de juzgar lo que uno es? ¿En qué carrera se estudia eso?
Pero es más fácil dar las otras explicaciones que asumir por un lado la diferencia y por otro lado la crueldad de la humanidad. Podría decirles a los bien pensantes:
Era broma, no han abusado de mí. Nunca pasó… Qué importancia tienen mis secuelas, mi dolor, la verdad… Lo importante es que la gente pueda conciliar el sueño mientras yo vivo en el insomnio.
Vamos hoy me subía por las paredes. Pero luego intenté pensar de modo budista.
Mi maestra me diría que lo que me dolía era el amor propio o aferramiento propio  porque no me creyeran. Pero  creo que, hay algo más grande que yo, que  me voy a morir  y no soy tan importante;  no sé si creer en eso del karma, pero si tengo una cosa clara: mientras la gente mire a otro lado seguirán habiendo más víctimas, más dolor y  será cíclico.
De modo que no me queda más que  tener compasión por su ceguera  e ignorancia por quien opina así , porque no lo sabe pero seguro que hay mas gente a su alrededor que ha pasado por lo mismo.  A mí solo me queda seguir escribiendo, porque si consigo ayudar o que me oiga una sola persona para que esté atenta para que no pase en su entorno, o si pasa que sea capaz de apoyar a la víctima, entonces ya he cumplido mi misión aquí y con este pensamiento me he calmado. Me espera un duro septiembre.
PD: Justo terminando de escribir la entrada la persona en cuestión se disculpó, la del artículo,  en fin  queda escrita la entrada para todos los que dudan de la veracidad de lo que hemos pasado y sé que me encontraré a muchas.

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