martes, 4 de septiembre de 2012

SOBREVIVÍ...

    En la primaria fui una niña brillante pero en la secundaría ya no fue así... No quería estudiar, solo quería ayuda para que mi abuso terminara... 
    Con tan pocos recursos solo pude disociarme y aprende a vivir aparentando lo que no era... feliz.
     Nunca resté importancia a mi sufrimiento pero si a nadie le importaba, yo no podía hacer mucho, así que callaba finalmente, y soportaba...
    Aún en hoy en día pienso que alguno de mis padres sufrió de abuso sexual y tal vez por ello la cadena continuó y el silencio reinó...
     Hace poco se los pregunté directamente, ambos lo negaron...
    Al igual que muchas supervivientes cuando él estaba encima de mi yo lo dejaba hacer lo que quisiera para que así terminara pronto... Yo solo echaba mi cara a un lado mirando un punto fijo, no sentía nada, pero podía escuchar sus gemidos y sentía su sudor nauseabundo a alcohol que me impregnaba...
    Después no me quedaba mas que olvidar el suceso y continuar como si nada había pasado, lo mismo hacían mis hermanas en la misma casa, aparentar que nada estaba pasando...
    Algunas veces algo ocurría y la ira de mi padre se desataba para golpearnos sin ningún tipo de miramiento, nos golpeó en algunas ocasiones de manera brutal, y aunque ese día hubiese abusado de mi, aún así no me salvaba de la paliza... 
    De las palizas creo que todas llegamos a disociarnos o a acostumbrarnos porque a veces después de que nos golpeaba recuerdo que nos reíamos entre nosotras mismas por las posiciones que adquiríamos para tratar de evadir el azote, de igual manera nos veíamos los morados o las marcas en el cuerpo para decir a mi me pegó aquí, y tú decías así (imitando la frase que dijera), para luego romper en risas burlonas... Podía pegarnos con una rama, un palo, un cable que doblaba para pegar una vez pero marcar dos, luego al ver que parecíamos acostumbradas a eso y que ya no nos dolía tanto lo pelaba y dejaba solo los alambres de bronce, una manguera, o su puño... 
    Mentir fue una manera de sobrevivir porque aunque por dentro estuviese destruida aparentaba felicidad ¿No es eso, una mentira? 
    Sin embargo eso no servía de mucho porque todos los vecinos eran fieles oyentes de las peleas que dentro de ese hogar ocurrían, gritos, insultos, golpes, romper y destruir cosas, y alguna que otra vez fueron espectadores de la llegada de la policía para detener a mi padre y poder calmar la situación... (que tristeza me da recordarlo) ¿Cómo mi madre aguanto tanto? Todos sabían que dentro de esa casa nada iba bien, pero tal vez no quisieron dejar que su imaginación fuera mas allá, y si alguno lo hizo simplemente se lo tragó...

    Al igual que muchas logré sobrevivir, para muchos años después ser revictimizada y señalada, debiendo nuevamente volver a sobrevivir...
    Perdono porque es mejor para mi soltar las amarras del pasado, es posible cambiar, dejar de pensar y/o recordar sin sufrimiento... Es mejor mirar atrás y darme cuenta de lo que aprendí de todo lo vivido y que ello me sirve para seguir adelante... Yo soy la única que puede animarme a continuar, solo yo puedo escoger entre sumergirme en la tristeza o salir a flote en la alegría :-) 
    ¡Ya pasó!
    ¡Aún estoy viva! Sobreviví y lo seguiré haciendo...
    


2 comentarios:

  1. Es bueno soltar las amarras, como tu dices. Realizarlo de forma consciente es importante. Te liberas de una tensión que aligera tu vida.
    Es importante seguir adelante. Saber que tienes nuevas oportunidades para mejorar tu calidad de vida.
    Llorar cuando toca. Sentir tristeza cuando miras atrás y sientes lo que ya no tienes, sabiendo agradecer quien eres y quienes te rodean en el presente, darle el valor que se merece es gratificante, es lo que verdaderamente importa.
    Hoy, es el día que merece ser vivido. Mañana... amanecerá y será otro día.

    Un abrazo!! de Encontrando el camino.

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