miércoles, 24 de octubre de 2012

PROTEJAMOS A NUESTROS NIÑOS DE LOS ABUSOS...

Según los últimos datos, hay un aumento progresivo y alarmante de casos de pedofilia y pederastia en el mundo. Hay miles de casos que se descubren a diario y millones de casos que nunca saldrán a la luz.

La pedofilia y la pederastia es la atracción erótica sexual de un adulto hacia los niños. De aquí en adelante, llamaremos a estos individuos "phedoanima
l". Se calcula que hay un 90% de hombres y un 10% de mujeres. La mayoría de ellos han sufrido abusos sexuales cuando eran menores; otros sin embargo descubren a lo largo de su ociosa y perversa vida que les atraen sexualmente los menores. Esta perversión es muy fácil de camuflar, y muy difícil de saber con certeza cual de los mayores de nuestro entorno tienen esa tendencia (nadie puede saber lo que piensa el hombre). NO hay un perfil, en el cual basarnos para poder descubrir a estos individuos, pero si algunos concejos para evitarlos. Casi a diario nos enteramos por las noticias de: abogados, profesores, policías, jueces, empresarios, cocineros, camareros, sacerdotes, pastores protestantes, albañiles, pintores, hermanos, tíos, abuelos, padres, etc, detenidos por casos de abusos a menores. Estos individuos llevan una vida tan normal que es prácticamente imposible descubrirlos. Muchos son casados, tienen hijos, pertenecen a todas las clases sociales.

No podemos descubrirlos fácilmente, pero sí podemos prevenir que intenten abusar de nuestros hijos. En este artículo les presentaremos algunas directrices de actuación del phedoanimal que nos ayudará a descubrir a tiempo una posible agresión y evitar sufrimientos posteriores.

Ante todo es muy importante la educación de nuestros hijos, hacer que nuestros hijos tengan plena confianza en los padres y que cuenten todo, es bueno ser claros y explicarles con razonamientos sencillos que un mayor no puede hacer ciertas cosas con ellos, y si alguna vez esto pasara que tengan toda la seguridad que un padre puede escucharles y comprenderles. Es bueno advertirles del gran peligro que corren si un adulto se acerca ofreciéndole dulces o caramelos (hay veces que un/a anciano/a regala dulces a los niños sin ninguna intención, pero es bueno advertirles que no reciban nada de nadie sin el consentimiento de los padres).

El phedoanimal se integra con los niños, es muy infantil a pesar de la edad, juega con ellos como si fuere uno mas. Tened muy en cuenta esto: el pederasta es UNA PERSONA NORMAL y no actúa hasta que tiene certeza de hacerlo sin levantar sospechas. Hay casos en que utiliza a sus propios hijos como cebo para poder atraer la atención de los demás niños/as.

Para comprenderlo mejor, como padres les propongo hacer un ejercicio mental….recordemos nuestra infancia… ¡Como nos gustaba que nuestros padres jugasen con nosotros!. ¿recuerdan que nos generaban confianza y protección?. Los phedoanimales saben muy bien esto, al conseguir la confianza de los padres, les suplantan y los niños llegan a pensar que están jugando con una persona como su padre o su madre y que es tan bueno como ellos.

El objetivo Nº1 para para el phedoanimal es conseguir la confianza de los padres. Trabaja muy sutilmente para conseguirlo. Cuando desidimos confiar en estos individuos (por ejemplo: dejando que se quede solo en casa con nuestros hijos, que los lleve al parque, a la piscina, que juegue con ellos, etc.); estamos quitando a nuestros niños el UNICO ESCUDO con el cual podríamos protegerles y lo dejamos a merced de estos monstruos, y que es peor, en cierta medida nos convertimos en cómplices pasivos de las agresiones a nuestros hijos/as.

Las etapas de una agresión sexual a un menor son:

En primer lugar, piense en esto. Es casi imposible que las caricias y abrazos reiterados y constantes de un adulto que no es su padre a un/a niño/a sean con buenas y sanas intenciones. Aquí podemos guiarnos por el sentido común, si a un padre le parece un poco extraño el comportamiento de un adulto hacia su hijo/a, corte por lo sano, dígale de frente que no le gusta que esté acariciando a su hijo/a.

1. Para el phedoanimal, conseguir la confianza de los padres y su entorno es fundamental. Una de las estrategias es contar historias relacionadas con niños. (no siempre es así, en algunos casos son muy reservados y no cuentan nada y utilizan otros métodos para conseguir su objetivo).

Las historias más comunes son.

Cuando era niño:

- Algún familiar abusaba de ellos.

- Sus padres le castigaban demasiado.

- Sentía deseos de acostarse con una persona mayor.

- Sus padres se separaron cuando el era pequeño y se fue a vivir con una tía/o.

- Algún adulto le enseñó cosas que el ignoraba hasta ese momento.

Como Adulto:

- Ha perdido a su hija cuando era pequeña.

- La pérdida de su hija le hace buscar la compañía de niñas/os que NO son sus hijos/as.

- Tiene solo hijos varones y le hubiera gustado tener una niña.

- En un entorno religioso, muestra mucha devoción, es muy fervoroso puede predicar en el púlpito, habla de la palabra de Dios a todas las personas que conoce, si es pastor o sacerdote, sus sermones son vacíos y superficiales (una vez mas: "NADIE CONOCE EL PENSAMIENTO DEL HOMBRE"). ultimamente esta de moda convertirse en cristianos y así escudarse en la religión para cometer atrocidades, total, se arrepiente y es perdonado supuestamente por Dios y luego como si nada continúa su depravada vida. Es casi imposible que un phedoanimal deje sus bajos instintos .

2. Conseguir la atención y la confianza del/la niño/a, generalmente regalándole caramelos, chocolates, pastelillos, pequeños juguetes, etc.

3. En la tercera etapa, el phedoanimal juega con los/las niños/as como si fuera un niño mas; también agarra al menor en sus brazos, acaricia muy tiernamente como si fuera su hijo/a, tratando de demostrar a cualquiera que lo observa que esas caricias son tan inocentes que no hay por qué desconfiar. No tiene reparos incluso en descubrir y acariciar "accidentalmente" parte de los miembros inferiores de las niñas delante de todos, así consigue dos objetivos: 1. Si los padres no toman medidas inmediatas consigue su confianza, 2. Consigue la confianza del/la niño/a haciendolé entender que no es malo y que puede hacerlo en cualquier momento aún cuando esten solos.

4. En esta etapa el individuo como no puede reprimir sus impulsos, el morbo lo arrastra a pensar que al menor le gusta las caricias y que aceptaría una proposición más caliente y trata de encontrar ocasión de quedarse solos. Esta etapa es crítica, la agresión puede producirse en cualquier momento. El individuo solo tiene el deseo de tocar los genitales (no necesariamente desnudos), o decirle al niño que le toque. En algunos casos intenta sobar sus genitales con los de la niña/o. La mayoría de los pederastas llegan solo hasta aquí ya que penalmente no pueden ser imputados si no hay pruebas concluyentes, es mas, desafían a los padres a que demuestren que han abusado de sus hijos/as. Muchas veces la justicia no condena estos delitos justamente por falta de pruebas.

5. En la Quinta y última etapa el phedoanimal ya no le importa nada a su alrededor y lo único que busca desesperadamente es el sexo con un/una menor. Este es un potencial delincuente suelto que según especialistas y psicólogos de prestigio internacional su rehabilitación es casi imposible. Son parias de la sociedad que nunca se regenerarán.

Dios nos libre de estos elementos.
Espero sinceramente que estos concejos puedan ser de gran utilidad a los padres.
 
Excelente información tomada de: http://www.facebook.com/AccuseYourAbuser

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